El gigante inmobiliario chino Evergrande, que lidia con graves dificultades financieras, suspendió el jueves la cotización de sus acciones en la bolsa de Hong Kong, según un aviso publicado por la autoridad bursátil.
También quedaron paralizados en horas de la mañana los intercambios de títulos de dos unidades del grupo dedicadas a los servicios inmobiliarios y los vehículos eléctricos, dijo esta comunicación.
La suspensión de la cotización se produce un día después de que la agencia especializada en información económica Bloomberg publicara que el jefe de Evergrande, Xu Jiayin, se encuentra retenido bajo “vigilancia residencial”.
Evergrande había reanudado su cotización hace apenas un mes después de 17 meses de suspensión por no publicar sus resultados financieros.
El domingo la compañía declaró que no podía emitir nueva deuda porque una filial, Hengda Real Estate Group, estaba bajo investigación.
Dos días antes había informado que una reunión prevista esta semana sobre un importante plan de reestructuración de su elevada deuda no iba a tener lugar porque era “necesario reajustar los términos” de este plan para adecuarse “a la situación objetiva y las demandas de los acreedores”.
El sector inmobiliario y de la construcción ha sido un pilar del crecimiento de China -representa una cuarta parte del PIB- y ha vivido un fuerte auge en las últimas décadas.
Pero la masiva deuda contraída por sus principales empresas pasó a considerarse desde Pekín como un riesgo inaceptable para su economía.
Desde 2020, las autoridades restringieron el acceso al crédito de los promotores, lo que ha provocado varios incumplimientos de pagos, entre ellos de Evergrande.
A principios de este mes, las autoridades de la ciudad meridional de Shenzhen dijeron que habían detenido a varios empleados de esta firma y pidieron a la población que informara de casos de supuesto fraude.
Otra gran empresa inmobiliaria china, Country Garden, se encuentra al borde de la quiebra después de informar de pérdidas récord y una deuda de más de 150.000 millones de dólares.
China se enfrenta a otro país asiático; trató de separar una parte del mar con barreras flotantes
China sigue sembrando el terror en la región asiática y tomando decisiones que amenazan la estabilidad, como separar con barreras flotantes la parte del mar que comparte con Filipinas.
Ante las arbitrariedades del gigante asiático, las autoridades filipinas dijeron que la guardia costera de su país ha comenzado a retirar dichas barreras colocadas por China en las disputadas aguas del mar de China Meridional, cerca del banco de arena Bajo de Masinloc.
Manila decidió implementar la medida y desmantelar las instalaciones chinas por orden del presidente Ferdinand Marcos Jr., quien insistió en la eliminación de la barrera de 300 metros, argumentando que representaban un “peligro para la navegación”.
“En cumplimiento de las instrucciones del presidente, el presidente del Grupo de Trabajo Nacional para el mar de Filipinas Occidental (nombre por el que Manila se refiere al mar de China Meridional), Eduardo Año, ha pedido a la Guardia Costera de Filipinas que lleve a cabo una operación especial para eliminar la barrera flotante que obstruía la entrada sureste del Bajo de Masinloc”, dijo en las redes sociales el portavoz de la Guardia Costera, Jay Tarriela.
Las autoridades filipinas ya condenaron la instalación de estas barreras e indicaron que se trata de una “violación de los derechos de pesca”. En adelante, también advirtieron que tomarán “medidas oportunas para lograr la eliminación de estas barreras y proteger los derechos de los pescadores”.
La portavoz del Departamento de Asuntos Exteriores de Filipinas, Teresita Daza, dijo que Filipinas “hará todo lo que esté a su alcance para proteger la soberanía del país y el sustento de los pescadores”.
La construcción de estas barreras impidió que los pescadores filipinos entraran a la costa, donde abunda el pescado y los pescadores pueden trabajar con seguridad en mar abierto.
Filipinas es un aliado de Estados Unidos en la región asiática y los dos gobiernos han enviado recientemente un fuerte mensaje a China.
“Un ataque armado contra las Fuerzas Armadas, buques o aeronaves filipinas en el Pacífico, incluido el mar de China meridional, invocaría los compromisos de defensa mutua de Estados Unidos, en virtud del tratado de defensa mutua entre Estados Unidos y Filipinas de 1951″, se leyó en un comunicado conjunto.
*Con información de AFP