Con la petición de replantear el proyecto de reforma laboral que hace curso en el Congreso de la República, el gremio de empresas del sector temporal, Acoset, prendió de nuevo las alarmas alrededor de lo que habría ocurrido en el primer trimestre con el empleo temporal, lo cual atribuyen al pánico que está generando en los empleadores las medidas que se incluyen en el proyecto de ley.
Según las cuentas de Acoset, en el primer trimestre del año se habrían perdido 7.000 empleos formales en ese sector, que genera 441.875 puestos de trabajo.
La incertidumbre sería la responsable de este recorte, pues las empresas temporales están en el foco, porque entre las propuestas de la reforma laboral están la de reducir la contratación por prestación de servicios, la prohibición de la tercerización y el aumento del costo de la nómina, por cuenta de modificaciones a la forma de pagar horas extras y dominicales, sin contar con el encarecimiento de las indemnizaciones en el momento de la terminación de un contrato de trabajo.
Miguel Pérez García, presidente de Acoset, explica que “ya se empezaron a percibir las pérdidas del empleo misional. Esa cifra debe ser un indicativo de que si no se replantea el proyecto, se agudizará la crisis laboral y la informalidad que, de hecho, ya supera el 58 %”.
Son mujeres y jóvenes
El agravante del riesgo en el que, según Acoset, están las empresas del sector temporal con la reforma laboral, es que la mayor parte de la empleabilidad está dirigida hacia las mujeres y los jóvenes que entran a su primer empleo, dos de los grupos más afectados por las deficiencias que tiene el mercado laboral en Colombia.
“El informe del Observatorio del Mercado Laboral de Acoset reveló para este primer trimestre que el 52 % del empleo misional lo ocupan las mujeres; el 23 % es empleo joven y el 16 % es empleo formal flexible ocupado por poblaciones minoritarias. Personas que usualmente tienen mayor dificultad para conseguir empleo como población migrante, víctimas del conflicto armado, personas en situación de discapacidad, entre otras”.
En otras palabras, la reforma laboral afectaría a un segmento de la población que, justamente, es el que el gobierno busca proteger con la política social.
Por el lado del gremio de empresas temporales, señalan su preocupación y envían mensaje al Ministerio de Trabajo: “vemos con gran preocupación que la falta de una debida inspección, vigilancia y control, que es responsabilidad propia del Ministerio del Trabajo, esté poniendo en jaque a un sector clave para el empleo formal y la economía del país, y también resulta inaceptable que, al confundir las malas prácticas de las cooperativas de trabajo asociado y los contratos sindicales, entre otras figuras que precarizan el empleo, se esté generado un pánico colectivo que ha desencadenado en la pérdida de 7 mil empleos formales”, afirmó Pérez.
Sectores más afectados
Según el informe de Acoset, dentro de los sectores más afectados estarían la industria y el comercio, que son los que más necesitan personal temporal, por las producciones estacionales.
De acuerdo con los datos del gremio, en el área de manufactura, la demanda de empleo temporal o en misiones específicas es de 32,1 %; en el comercio la cifra es de 27,5 %. Para el transporte, poder contratar de manera temporal también es clave, pues allí requieren un 11,9 % de personal contratado de manera transitoria. También la construcción, que tiene el 9 % de los requerimientos que les hacen a las empresas temporales que están bajo la sombrilla de Acoset.
Por regiones, en Bogotá es donde tienen el pedazo más grande de la torta del empleo temporal, en parte, porque es en la capital del país donde se concentran las oportunidades laborales. Le sigue el Atlántico y, en tercer lugar, Antioquia.
Expectativa con la reforma laboral
El futuro de las reformas sociales sigue siendo incierto. En parte, por la cercanía de las elecciones, que ocupan las agendas de los parlamentarios y no dejan que avancen los debates por falta de quórum, como ha ocurrido hasta ahora con las reformas laboral y pensional. También pesa los cambios que ha tenido el rompecabezas de la coalición, con algunos partidos, como la U, haciéndose a un lado y retirando el apoyo al gobierno para sacar adelante los proyectos de ley.