Las organizaciones están constantemente enfrentadas al cambio, y con las nuevas tecnologías evolucionando, los líderes deben estar preparados para nuevos escenarios mucho más globales y en los que el crecimiento de los colaboradores debe ir en línea con los objetivos y necesidades de la compañía.
En un entorno corporativo y de negocios en constante evolución, la gestión efectiva de los recursos humanos y tecnológicos se ha convertido en un aspecto fundamental para el éxito. Uno de los desafíos a los que más empresas, sin importar su tamaño o industria, se tendrán que enfrentar en los próximos años es manejar equipos en proceso de transformación, usando las nuevas tecnologías para identificar el mejor talento disponible.
Como destaca la firma de consultoría Deloitte en un reciente informe, “con las habilidades técnicas quedando obsoletas cada 2.5 años en promedio, contratar en función de las habilidades tecnológicas actuales puede que no sea una estrategia ganadora a largo plazo (...) cada vez más, las personas deben ser evaluadas por su capacidad para liderar y ser empáticas”.
Otro dilema común en la gestión del talento será la manera de combinar la tecnología y la dimensión humana sin sacrificar ninguna de ellas. La tecnología ofrece eficiencia, pero no puede reemplazar la empatía, la creatividad y la innovación que aportan las personas. Este escenario plantea el reto fundamental de encontrar un equilibrio que aproveche lo mejor de ambos mundos.
Frente a este tipo de preguntas, y como lo destaca Harvard Business Review, incluso en la era de la Inteligencia Artificial, las habilidades de “alto nivel serán una mezcla de habilidades técnicas (duras) y sociales (blandas). Quienes destaquen comprenderán la complejidad de su organización mientras comunican una visión clara a todos los empleados”.
Cultura corporativa y educación, claves en la transformación digital
Cuando se trata de gestionar equipos altamente cualificados y diversificados, la cultura corporativa desempeña un papel fundamental. Una empresa debe asegurarse de que su personal esté alineado con la visión de la compañía y esté dispuesto a abrazar el cambio y adquirir nuevas habilidades. A futuro, la cultura se convierte en el vínculo que une la tecnología y el capital humano en una organización.
Y si hablamos de cultura al interior de las organizaciones, el liderazgo también desempeña un papel esencial en este proceso de transformación y gestión de recursos humanos y tecnológicos. Los líderes de las organizaciones son cada vez más los llamados a empoderar a sus equipos para abrazar el cambio y adquirir nuevas habilidades. Además, los líderes también deben estar en un constante proceso de aprendizaje, ya que la formación continua y la adaptación son esenciales para el liderazgo efectivo.
Es importante entender que al hacer referencia a la educación ya no nos limitamos a los espacios tradicionales de aprendizaje. Los líderes del futuro deben aprender de la retroalimentación, el fracaso y el éxito. La formación debe ser accesible y adaptable a las necesidades individuales.
Además, el compromiso con la educación debe ir más allá de los límites propios de las organizaciones. En esta nueva era del trabajo, las empresas multinacionales tendrán cada vez más la responsabilidad de promover la educación entre empleados, socios y comunidades locales a través de información accesible y sencilla.
Líderes para organizaciones globales
Las habilidades esenciales para los líderes del futuro incluyen la capacidad de motivar, fomentar la curiosidad y la empatía, escuchar y comprender el impacto de la tecnología en su industria. Además, en un mundo cada vez más conectado y global, los líderes deben tener una visión mucho más amplia del entorno organizacional para entender cómo los diferentes contextos de sus colaboradores afectan su relación con sus colegas y la empresa misma, al tiempo que mantienen la claridad y el enfoque sobre los inamovibles como la cultura, los valores y los objetivos de la organización.
En definitiva, la gestión efectiva de recursos humanos y tecnológicos es un desafío apasionante para las organizaciones en el 2024 y esencial para las empresas modernas. El equilibrio entre lo humano y lo tecnológico es la clave para un futuro empresarial exitoso y sostenible, y los tomadores de decisiones al interior de las compañías deben ser los primeros en promover que la tecnología, al ser vista como un aliado, es clave en este constante proceso de transformación al que nos enfrentamos.