La cifra de empresas que alzaron la mano para decir ‘me estoy ahogando’, como consecuencia de la crisis, no fue tan alta como se esperaba, o al menos, no fue tan alto el número de las que acudieron a la Superintentendencia de Sociedades para acogerse a la ley de insolvencia.
El balance presentado este viernes por esta entidad, indica que, después del 31 de marzo, 1164 empresas presentaron solicitud, las cuales, ponen en riesgo 41.916 empleos y una cifra de activos de 13 billones de pesos.
Como era de esperarse, en los sectores de servicios, particularmente en temas de alojamiento y comida; al igual que en comercio, está el mayor golpe. En el caso de los hoteles y restaurantes, la caída en los ingresos de los que acudieron a la Supersociedades es de 36 %, mientras que las firmas que están en el sector inmobiliario experimentaron una baja en ingresos del 35 %.
Las pequeñas empresas son las más aporreadas y Bogotá lleva la delantera como la ciudad en la que más solicitudes de insolvencia se presentaron.
En el total del 2020, incluidos los 3 meses primeros meses, cuando aún no había llegado el coronavirus, el acumulado de empresas que hicieron solicitudes de insolvencia fue de 1272, es decir, la Supersociedades recibía 100 solicitudes por mes, en promedio.
Según confirmó la Superintendencia, un 77,55 % de las solicitudes corresponden a procesos de reorganización y un 22,45 % a solicitudes de liquidación. En el caso de la reorganización, se trata de un proceso de salvamento, mientras que cuando llegan a la liquidación es porque ya todo está perdido.
El inventario total de compañías que tienen procesos de insolvencia acumula 3465 casos que involucran activos por 61 billones de pesos y comprometen 161.656 puestos de trabajo. De todo ese universo hay 2.804 son procesos de reorganización (en trámite y ejecución) y 661 son procesos de liquidación.
EL MAPA DE LA INSOLVENCIA, POR REGIONES
En ese inventario total, 2.430 procesos de insolvencia corresponden a empresas constituidas como personas jurídicas y 1035 son de personas naturales. Se destaca también que 549 casos del total ya se fueron a liquidación.
La Supersociedades agrupa las empresas por tamaño, según los cuales, las de categoría A que entraron en insolvencia, tienen activos superiores a 45.000 salarios mínimos mensuales y las del último eslabón, las del C, son las de menos de 10.000 salarios.
Del inventario total también se desprende que el sector con mayores peticiones de insolvencia fue servicios, con 987, seguido de el comercio, con 799; manufactura, con 616; construcción: 381; agricultura, con 228 y el sector minero, con 63 empresas.
Para el superintendente de sociedades, Juan Pablo Liévano, las ayudas desplegadas durante la pandemia, en créditos blandos y subsidios a la nómina, se alguna manera se ven reflejados en las peticiones de insolvencia, teniendo en cuenta que, aunque se esperaba un golpe mayor, el aumento en solicitudes de acogimiento a esa ley, solo mostró un aumento del 2 % en el 2020, en comparación con el 2019.