En el panorama actual, las vitrinas de los expendios de comida se ven abastecidos, pero lo que escasea son los consumidores.
Para la temporada de Semana Santa, en la que es tradicional el consumo de pescado, hay disponibilidad del producto, pero es un tanto inalcanzable porque el bolsillo de los colombianos está impactado por los altos precios que trae consigo la inflación, la cual ha llevado a que el Banco de la República aumente las tasas de interés. En consecuencia, ni con crédito se puede consumir.
No obstante, es bueno saber que hay disponibilidad de comida, principalmente de pescado, producto que no es altamente consumido en Colombia a pesar de sus bondades nutricionales.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Agricultura, el consumo por habitante de pescado en el país aumentó en 0,8 kilogramos, pasando de 8,80 kilogramos en 2020 a 9,60 kilogramos en 2022, y la esperanza es que, siempre, en la Semana Santa, se muevan esas cifras.
Este jueves, el viceministro de Agricultura, Luis Alberto Villegas, quien lidera los asuntos agropecuarios, junto con voceros de Corabastos (central mayorista de Bogotá), mostraron las cifras de abastecimiento.
Francisco Javier Salcedo, gerente de Corabastos, confirmó las cantidades de pescado de río, de mar y de cultivo que tiene el comercio en ese punto de expendio, que es un referente nacional.
Es así como, hay un 20 por ciento más del producto pesquero. Aunque los precios en Corabastos suenan accesibles, en los supermercados es otra cosa.
Por lo pronto, en la central de abastos de Bogotá, hay pescado mojarra desde 6.000 pesos la libra. El nicuro se comercializa a 5.500 pesos, mientras que el pescado seco, tradicional en la temporada de Semana Santa en gran parte de las regiones del país, está en 14.000 pesos la libra. Para los que prefieren la cachama, desde Corabastos informan que se puede adquirir a 6.000, la trucha a 10.500 pesos por libra, y el salmón en 30.000 la libra.
Frecuencia de consumo y gastos
Los colombianos compran pescados y mariscos con una frecuencia de 2 veces por mes. Claro está, en los promedios hay desequilibrio en la balanza, pues en los estratos más altos consumen más este tipo de alimentos, por el precio, mientras que en los bajos es escasa la posibilidad de adquirirlos. En la mayoría de los hogares la compra de pescado es ocasional, según datos de la Unap (Unidad de Pesca y Acuicultura).
Dentro de los datos presentados por el Ministerio de Agricultura, también se destaca que los hogares que realizan compras semanales u ocasionales de productos pesqueros invierten entre 5.000 y 20.000 pesos. Entre tanto, quienes lo hacen quincenal o mensual destinan entre 20.000 y 60.000 pesos en sus compras.
A diferencia de otros países, en Colombia ninguna de las ciudades tiende a presentar hábitos de compra diaria de mariscos.
Claramente, en Bogotá, el poder adquisitivo de los habitantes es mayor, por lo cual, es la ciudad que más cercana de esta categoría de alimentos, según el minAgricultura. Curiosamente, Cartagena y Barranquilla, en donde hay pescado de río y mar, por su geografía, son las ciudades que presentan hábitos de compra ocasionales, mientras que en Bucaramanga y Medellín es quincenal.
En el país, el 43 % de los colombianos prefieren consumir pescado en casa, generalmente en el almuerzo y eligen prepararlo frito. En cuanto a los mariscos, la tendencia es consumirlo en el almuerzo y con preparaciones variadas, principalmente, acompañado de arroz, pasta y verduras crudas (generalmente aguacate, tomate y lechuga).
En el caso de los mariscos, los consumidores de todos los niveles socioeconómicos prefieren preparaciones combinadas con acompañamiento de algún carbohidrato y vegetales.