Las mejores batallas se ganan con los acuerdos, no con la pugna jurídica. Esa será la mayor lección del acuerdo para unificar la operación entre el Grupo de Energía Bogotá (GEB) y Enel Green Power, con lo cual sale a la luz una nueva estructura empresarial, según conoció DINERO.

Aunque la Asamblea Extraordinaria de Accionistas del GEB será el lunes 28 de junio, la renovación del acuerdo societario, comercial y estratégico es una realidad. En dicha asamblea estará sobre la mesa la propuesta final, pero el contenido del acuerdo está cantado.

Las puntadas que faltan son pocas, pues las ventajas para ambas partes son evidentes. Habría una redefinición de la inversión que el Grupo de Energía Bogotá tiene en Emgesa, por lo cual, de no realizarse el acuerdo, hubiera llevado al marchitamiento de Emgesa, pues habría persistido la decisión de Enel de solo invertir en Enel Green Power.

Entre tanto, con el acuerdo se daría paso a una compañía de talla internacional, que absorbe a Emgesa, Codensa, Enel Green Power y Essa Chile, incluyendo así activos de Enel en Colombia, Costa Rica, Panamá y Guatemala.

Memorias

En 1996 se produjo una capitalización de la Empresa de Energía Bogotá. Para ese momento era difícil prever la transformación energética que experimentaría el mundo, impulsada principalmente por el cambio climático, que plantea la necesidad de hallar nuevas formas de generar energía. El futuro ahora es la energía solar, la energética, la energía distribuida y la movilidad eléctrica. Eso fue lo que llevó a Enel a hacer rancho aparte. Empezó entonces la inversión en Enel Green Power y no había repartición total de dividendos. Enel, con el control, podía utilizar la caja mientras Emgesa se endeudaba y reducía su rentabilidad, lo cual afectaba a su vez la rentabilidad del GEG.

Baterías de litio de gran capacidad | Foto: Cortesía Enel Codensa

Empezaron así las disputas legales, en las que se habló hasta de espionaje corporativo. Una fuente cercana al proceso dijo a DINERO que el litigio era una salida equivocada, incluso si se ganaban algunos rounds.

En cambio, la conciliación logra los puntos de interés para el Grupo Energía y se alinea con su nuevo plan estratégico, el cual incluye el fortalecimiento y la priorización de la transmisión, el gas como fuente estratégica para Colombia, en complemento de las energías solares y eólicas, entre otras.

En ese contexto, la empresa nueva que se crea en este acuerdo de reorganización crece, se enfoca en energías verdes y es más rentable.

Con respecto a los recursos, tendrá un plan de cerca de 700 millones de dólares para invertir más, se dispondrá de los dividendos que estuvieron retenidos, que suman casi un billón de pesos, lo que llega justamente en un momento crítico, sin contar con que se mejorará el gobierno corporativo y se establece un nuevo marco inversionista que actualiza las reglas establecidas en 1996.

Alcances del acuerdo

Según conoció DINERO, el acuerdo implica la creación de una nueva firma donde se fusionan los activos que hoy están bajo las razones sociales de Codensa y Emgesa. Pero Enel agrega otros activos como Enel Green Power y Essa Chile, y otros activos de Enel en Colombia, Costa Rica, Panamá y Guatemala.

La nueva compañía tendrá operaciones en negocios de energías alternativas renovables y en líneas clave para el futuro como ciudades inteligentes y movilidad sostenible.

El GEB quedaría con una participación accionaria del 42,515 %, mientras que Enel queda con el 57,345 % restante. Según las directivas de estas compañías, esta distribución del capital accionario es similar a la participación que se tiene hoy en Emgesa y Codensa con las acciones con derecho a voto. Además, la compañía tendría un mayor tamaño porque aumenta su patrimonio en cerca de 5,5 billones de pesos, correspondientes a activos en energías renovables.

Según las estimaciones de los grupos, la nueva rentabilidad será un 22,9 % más alta a 2025 y ello permitirá aumentar el flujo de utilidades y dividendos en más de una cuarta parte. Además, el ebitda aumentará igualmente en cerca del 23 %.

El acuerdo implica también unas nuevas reglas en materia de dividendos y repartición de dividendos retenidos, que había sido uno de los temas sensibles en la pelea entre el GEB y Enel. Eso significaría una flujo de caja adicional cercano a los 185.000 millones millones de pesos anuales.

Uno de los temas neurálgicos era la suerte de un paquete accionario correspondiente al 8 % que estaba expresado en títulos preferenciales. Esta clase de acciones da derecho a la distribución de dividendos, pero no a la participación en la administración de la compañía. Así, ese paquete de acciones forma parte del intercambio con los nuevos activos que quedan incorporados a la nueva compañía. Ahora la nueva compañía tendrá solo acciones ordinarias, con lo que se diluye cualquier disputa por las acciones preferenciales.

Lupa de la Procuraduría

Finalmente, hay que resaltar que el acuerdo debe ser revisado por la Procuraduría, entidad que venía haciéndole seguimiento al tema, y por el Tribunal de Arbitramento, que debe pronunciarse para dar por zanjada la disputa.

La importancia de las energías renovables en Colombia | Foto: Foros Semana