Luego de la crisis económica que generó la pandemia del covid-19, la situación financiera de las grandes cadenas de comida rápida en Estados Unidos ha estado bastante compleja. Incluso, algunas de ellas han decidido someterse al Capítulo 11 de la Ley de quiebras.
El último en acogerse a este proceso fue BurgerFi, que se declaró en bancarrota el pasado 11 de septiembre debido al descenso de sus ventas, los precios de los alimentos y el aumento de los gastos operativos, sobre todo por los salarios más elevados.
“Ante una drástica caída del gasto de los consumidores, tras la pandemia del coronavirus, un contexto de inflación sostenido y el aumento de los costos de los alimentos y la mano de obra, decidimos que necesitamos estabilizar el negocio en un proceso estructurado”, precisó Jeremy Rosenthal, director de reestructuración de la empresa.
Luego, agregó en un comunicado de prensa: “Estamos seguros de que este proceso nos permitirá proteger y hacer crecer nuestras marcas, asegurar capital adicional y continuar con la recuperación operativa, que inició hace menos de 12 meses”.
De acuerdo con CNN News, la cadena de hamburguesas presentó su quiebra ante el Tribunal de Distrito de Delaware, Estados Unidos. Así mismo, informó que la compañía anunció que todas sus sucursales corporativas operarán con normalidad.
“Las sucursales, propiedad de las franquicias, están exentas de la declaración de quiebra. La cadena, con sede en Florida, también es la empresa matriz de Anthony’s Coal Fired Pizza, que cuenta con 51 pizzerías, junto a los 93 restaurantes de hamburguesas”, señaló el informativo.
BurgerFi afirmó en el comunicado que tenía 4,4 millones de dólares disponibles, con corte hasta el 14 de agosto, y esperaba informar una pérdida de 18,4 millones de dólares para el trimestre que finalizó el 1.° de julio.
La compañía, que fue fundada en 2011, salió a bolsa en 2020, en plena pandemia, a través de un acuerdo con una empresa de adquisición de propósito especial. La empresa, según los medios locales, tiene activos de entre 50 y 75 millones de dólares y deudas totales de entre 100 y 500 millones de dólares.
“Al primero de abril, la empresa contaba con 162 restaurantes en sus dos marcas, de los cuales aproximadamente la mitad eran administrados por franquiciados. Las ventas en las mismas tiendas de su cadena de hamburguesas homónima cayeron un 13 %”, sentenció CNBC.
Rubio’s, Buca di Beppo y Red Lobster son algunas de las cadenas de comida rápida que se han declarado en bancarrota en Estados Unidos durante los últimos meses. Someterse al Capítulo 11 de la Ley de quiebras en el país norteamericano les permite a las empresas continuar con sus operaciones y funcionar de manera normal, mientras se reestructuran y pagan sus respectivas deudas.