Después de una larga disputa judicial, una mujer ciega en Estados Unidos ganó un caso contra Uber, empresa a la que había demandado debido a que sus choferes no habían querido transportarla junto a su perro de ayuda, lo cual le ocasionó una gran cantidad de contratiempos.
Medios locales informaron que Lisa Irving, la mujer involucrada, recibirá cerca de US$ 1,1 millones por parte de Uber, luego de que la Asociación de Arbitraje de EE. UU. fallara a su favor y ordenara a la plataforma de movilidad el pago.
Según se conoció, de estos US$1,13 millones, cerca de US$800.000 irán para cubrir los gastos judiciales, mientras que los otros US$330.000 serás destinados para la afectada.
La demanda presentada por Irving relató 14 situaciones que involucraron a su perro Bernie, debido a que los conductores de la compañía no lo quisieron llevar en los viajes que solicitaba a través de la aplicación.
Los hechos, que ocurrieron entre 2016 y 2017 principalmente, le generaron diferentes inconvenientes a la mujer en su cotidianidad, por ejemplo, llegar tarde a citas médicas, a su trabajo, a compromisos, entre otros; además, no pudo hacer su fiesta de cumpleaños, según indicó Irving.
“Uber permitió que los conductores que discriminaban a los usuarios discapacitados siguieran conduciendo sin disciplina”, señaló el fallo, en el que se aclaró que además de las negativas de los conductores, la mujer también recibió mal trato durante sus viajes.
Irving relató que en una ocasión, el conductor le permitió llevar al perro, pero una vez iniciado el viaje hizo comentarios molestos y amenazó con bajarla del vehículo.
“El perro estaba limpio, se portaba bien, estaba muy tranquilo y siempre bajo mi control”, expresó Irving sobre el animal, quien agregó que “los recuerdos no se van, es doloroso”. Además, manifestó que “hubiera preferido que se respetaran mis derechos civiles”.
Sin embargo, la mujer señaló que este proceso “envía un fuerte mensaje de que esto es inaceptable y que las empresas que discriminan serán responsables de sus acciones hasta que cambien”.
Fallo en contra en el Reino Unido
En lo corrido de este año, el panorama judicial para Uber está siendo algo complejo, debido a que hace un par de semanas la Corte Suprema británica ordenó a la plataforma Uber reclasificar a 70.000 conductores del Reino Unido como trabajadores, lo que les dará derecho a un salario mínimo y a tener vacaciones.
El gigante estadounidense de las reservas de automóviles con conductor anunció a mediados del mes pasado que todas las personas que operan bajo dicha modalidad recibirían los beneficios a partir de ese mismo momento.
A principios de febrero se conoció que el Alto Tribunal de ese país ratificó lo dicho previamente por un juez, en el sentido de que que quienes trabajan con la aplicación no son “autónomos”, sino “trabajadores”.
Los siete magistrados del supremo decidieron por unanimidad rechazar las pretensiones de Uber y darle la razón a una corte menor, que había fallado en contra de la empresa.
“El tribunal laboral tenía razón al decir que los conductores son trabajadores”, dijo Nicholas Hamblen, juez de la Corte Suprema, quien leyó el fallo en vivo por Internet, en el que agregó que “los conductores están en una posición de subordinación y dependencia de Uber, por lo que tienen poca o ninguna capacidad de mejorar su posición económica o sus habilidades profesionales o empresariales”, señaló.
Así las cosas, los conductores de Uber en el Reino Unido cobrarán al menos el salario mínimo, tendrán derecho a vacaciones pagadas y podrán cotizar a un plan de pensiones al que contribuirá la empresa. El salario mínimo es de 8,72 libras (US$12,12) por hora en el Reino Unido y está previsto que suba a 8,91 libras en abril.
Un conductor de Uber gana más que eso de media y puede llegar a registrar entre 17 libras en Londres y 14 en el resto del país.