La pandemia fue un punto de inflexión para el sector turístico en todo el mundo. El freno comercial, sumado al cierre de fronteras y la imposición de medidas restrictivas para la entrada de viajeros a miles de destinos en el mundo, ocasionó una desaceleración continua y peligrosa en ese mercado. Las aerolíneas fueron unas de las más afectadas con la crisis, pues tuvieron que dejar la mayoría de sus aviones en tierra por un tiempo prolongado.
Tras una prolongada vacunación en todo el mundo, sumada a la progresiva desaparición del virus y el retorno a la normalidad, miles de empresas pudieron comenzar un proceso de reactivación, en el que pusieron en marcha distintas estrategias para atraer clientes y recuperar sus finanzas. Aunque algunas han salido exitosas de ese proceso, otras no han contado con la misma suerte y han tenido que desistir o acogerse a un proceso de quiebra.
Es preciso recordar que la quiebra es uno de los procesos a los que cualquier empresa en el mundo está expuesta. Normalmente este se da cuando la compañía cuenta con elevadas deudas o con problemas que no le permiten seguir operando con normalidad, por lo que se ve obligada a cerrar. Aunque en el mundo existen leyes de quiebras o de reorganización, que les permite renegociar sus deudas, no todas logran levantarse.
Aerolínea se declara en quiebra tras complicados problemas financieros
Aunque muchas aerolíneas están aprovechando la alta demanda que se dio en los años posteriores a la pandemia y que aún se mantiene, lo cierto es que otras siguen luchando por mantenerse a flote, en medio de problemas complicados como el incremento en precios de combustibles internacionales, los problemas con los mantenimientos, entre otros.
La más reciente fue Canada Jetlines, empresa que el pasado jueves de esta semana aseguró que cesaba todas sus operaciones, luego de una extensa búsqueda de un socio que pudiera inyectarle capital y así salir de la extensa crisis. También habían explorado opciones como deudas adicionales, transacciones estratégicas, capital y financiamiento de la deuda.
La aerolínea no descarta del todo el reinicio de sus operaciones. Sin embargo, esta decisión sólo se daría si encontraran a último minuto un inversor o si se da un cambio drástico que permita la continuidad en la operación.
De acuerdo con el portal local The Street, el cierre de la empresa también se vio influenciado por la renuncia de cuatro ejecutivos, entre los que se incluye el nombre de la directora ejecutiva Brigitte Goersch.
“La empresa ha buscado todas las alternativas de financiación disponibles, incluidas transacciones estratégicas y financiación mediante capital y deuda”, dijo la representante Erica Dymond en un comunicado de prensa. “Desafortunadamente, a pesar de estos esfuerzos, la empresa no ha podido obtener la financiación necesaria para continuar con sus operaciones en este momento”, agregó.
Estados Unidos no es el único país en el que las aerolíneas fueron afectadas. Recientemente también se conoció sobre la entrada en quiebra de la aerolínea Gol, la cual confirmó hace unas semanas que se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, por el que se declaró oficialmente en bancarrota. La empresa indicó que su deuda total ascendía hasta los 4.054 millones de euros al cierre de 2023.
Igualmente, la compañía aérea señaló que tomó esta decisión para atender sus obligaciones financieras a corto plazo y reestructurar su pasivo sin dejar de volar, como ya lo hicieron el grupo chileno Latam Airlines, la colombiana Avianca y la mexicana AeroMéxico.
“Hemos padecido los estragos causados por la crisis económica de la pandemia, pero confiamos en que los pasos que estamos tomando nos permitirán ofrecer las tarifas más bajas con experiencias de viaje excepcionales para nuestros clientes a través de un número cada vez mayor de rutas”, precisó Celso Ferrer, director ejecutivo de Gol.