Las apuestas con la inflación tienen un consenso: el dato mostrará un incremento en los precios en el mes de septiembre, mientras en los últimos 12 meses seguirá a la baja, aunque aún en dos dígitos, y lejos de la meta del Banco de la República.
Será una inflación atípica para un mes de septiembre, dicen los analistas de la firma Alianza Valores, que pronostican una cifra de 0,60 - 0,65 % por ciento, mientras que en otros años, en el 9 mes se ubicaba en 0,17- 0,20 %.
El mercado, en general, proyecta que la inflación estaría en 0,53 % en promedio, previendo que los alimentos aún no tienen una alta presión en los precios, lo que se vaticina para los próximos meses, cuando entre en furor el fenómeno del Niño.
En Colombia, son varias las presiones que hay para que la inflación siga al alza. Además del evento climático, que sube los precios de la energía, está también el riesgo que implica el reciente anuncio del ministro de Hacienda, en el sentido de que, si bien la gasolina no aumentará en octubre, faltan al menos dos tandas de incrementos, a lo que se le agrega el diésel, que tendría un alza en febrero, para tratar de cerrar el déficit del fondo de estabilización de precios de los combustibles (Fepec).
Es bien sabido que un aumento en el diésel presiona todo lo demás, pues es el producto que utiliza el transporte de carga, que es el que moviliza los alimentos y las mercancías.
Precios de producción en negativo, ¿qué implica?
Con los costos, en este caso, los que asume el productor de bienes (mercancías) para adquirir insumos, cabe el adagio popular de ‘palo porque bogas y palo porque no bogas’.
En muchos de los indicadores económicos, el clamor es para que bajen: que bajen las tasas de interés, que baje la inflación, que baje el desempleo, que baje el precio del dólar. Sin embargo, a veces es mejor el equilibrio.
Al menos así lo evidencia el dato que entregó este miércoles el Dane, según el cual, el índice de Precios al Productor (IPP), registrado en septiembre, está en terreno negativo: -1,42 %.
Esta situación no es como para hacer fiestas, puesto que implica que los propietarios de empresas y negocios no están ganando lo suficiente como para cubrir los costos de producir lo que luego venderán en el mercado.
La preocupación no es exagerada, pues la evidencia muestra que, cuando el IPP negativo persiste, los empresarios podrían optar por cerrar puertas, lo que a su vez implica menores oportunidades de empleo para las personas.
El desplome más estrepitoso en los precios al productor lo tuvo el sector minero, donde la variación negativa fue de 22,87 % en septiembre.
La llegada del último trimestre del año daría para estimar que se reviva el ánimo por la producción, de manera que la industria pueda estar lista para cubrir el consumo, el cual, tradicionalmente, se incrementa. Sin embargo, en esta oportunidad, cuando las tasas de interés del Banco de la República, que se mantienen altas, para tratar de capotear la inflación y no dejar que vuelva a tomar impulso, podría continuar frenando la decisión de los colombianos de comprar.
Eso es lo que sopesan los industriales, que prefieren agotar sus inventarios y mantener los precios inalterados, incluso, desplegando ofertas que a veces suenan inverosímiles, para no dejar de mover la registradora.
La canasta de bienes para la producción incluye los que se elaboran para el consumo interno (producidos y consumidos); los que se producen para exportar y los que se importan.
¿Cuánto tiempo lleva en negativo?
El índice de precios al productor lleva ya varios meses en terreno negativo. Los históricos de ese indicador señalan que en julio de este año se registró una caída profunda, de (-) 6,55 %, casi 5 veces mayor a la de ahora.