La Aeronáutica Civil se tomó su tiempo, pero finalmente anunció la decisión sobre la petición de integración que hicieron las aerolíneas Viva Air y Avianca, desde el 22 de abril de 2022, la cual tuvo varios tropiezos que llevaron a la prolongación del camino recorrido por la autoridad aeronáutica, para finalmente destapar el veredicto.

La autoridad aeronáutica, finalmente, autorizó la integración con una serie de “remedios estructurales y de comportamiento” relacionados con ambas aerolíneas.

“La Dirección de Transporte Aéreo y Asuntos Aerocomerciales de la Aerocivil realizó un balance entre la situación generada por la suspensión de operaciones de Viva, su condición operativa y la crisis materializada en el mes de febrero, así como la posibilidad de autorizar la integración imponiendo un conjunto de remedios que, desde el punto de vista de la competencia, mitigarán las afectaciones que a los agentes del mercado actuales y posibles entrantes se podrían generar por cuenta de la operación”, precisa el comunicado.

El ministro Guillermo Reyes interpuso denuncia contra Viva Air. | Foto: Semana

Es de recordar que la aerolínea Viva dejó sus aviones en tierra y paralizó su operación, lo que fue entendido como un mecanismo de presión para apurar la decisión de la Aerocivil, tema que también está siendo investigado, pues el transporte aéreo es considerado como un servicio público esencial, por lo tanto, aunque lo presten los privados, las autoridades están encima de su cumplimiento y eficiencia.

En el caso de Viva Air, solo en un día casi 18.000 pasajeros vieron frustrados sus viajes, y cerca de medio millón que habían comprado tiquetes para las próximas semanas y meses tenían en entredicho sus traslados. Esa situación llevó a que las otras aerolíneas tuvieran que expandir sus cupos para poder atender la emergencia que se presentaba en los aeropuertos, por reclamos a granel, de personas que necesitaban movilizarse.

Antecedentes de la integración

Los antecedentes de esta inestabilidad se remontan a principios de 2022 cuando los accionistas controlantes de Avianca decidieron adquirir los derechos económicos de Viva. Aunque en reiteradas ocasiones tanto Avianca como Viva salieron a expresar que dicha adquisición no implicaba un control sobre la aerolínea de bajo costo, la Aeronáutica sí lo vio como un riesgo para la libre competencia.

No en vano la idea es conformar un holding aéreo (Grupo Abra) en el que están Avianca y Gol, con la intención, además, de que lleguen otras, como Viva y Sky.

Pasajeros Viva Air siendo evacuados en vuelo de la Fuerza Aérea | Foto: Presidencia

Por esa razón, la Aerocivil, que primero negó la integración con argumentos que indicaban que podría haber un monopolio, revisó la decisión y dijo que se estaba haciendo a través de un proceso equivocado, debido a que en el momento en que emitieron esa negativa no tenían la suficiente ilustración sobre la situación económica difícil que enfrentaba Viva Air.

En consecuencia, hicieron una especie de ‘reseteo’ y anularon la decisión inicial, lo que llevó a otra serie de acontecimientos.

Varias aerolíneas, tras conocer el estado de Viva Air y luego de las declaraciones del hoy expresidente de la compañía de transporte aéreo de bajo costo (Félix Antello), manifestaron no solo el grado de afectación que podrían tener con la integración, sino que algunas expresaron su interés en comprar a Viva.

Hay que recordar que Antello dijo en esa oportunidad que no tenían ningún inversionista, por lo que se dio una ola de interesados, entre ellos, JetSmart y Latam, que se sumaron a la ya mencionada petición de integración de Avianca.

Avianca, por su parte, para impulsar la integración y, de alguna manera, responder al temor de la Aerocivil frente a un posible monopolio con la integración a Viva, ofreció entregar hasta 105 slots ―es decir, permisos de despegue y aterrizaje― en el aeropuerto El Dorado.

Otros temas entre el tintero

El paquete de acontecimientos alrededor de la integración de Viva con Avianca ha sido abultado. En todo este tiempo son varias las circunstancias ocurridas. Por ejemplo, se presentó la renuncia de Antello y, en su reemplazo, tomó las riendas de la aerolínea Francisco Lalinde. Bajo su batuta fue que la aerolínea llegó a la decisión de parar la operación el pasado 27 de febrero. Además, ya se habían presentado manifestaciones de trabajadores de Viva que abogaban por una pronta decisión de la Aerocivil.

También se destaca lo que fue catalogado como la toma, por parte de funcionarios de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), de las sedes administrativas de Viva y Avianca, en Rionegro y en Bogotá, respectivamente.

Esa ‘visita’ de la entidad de vigilancia se realizó en el marco del proceso de compra de los derechos económicos de Viva por los accionistas de Avianca, luego de lo cual la SIC abrió investigación y formuló pliego de cargos contra la aerolínea.

Pablo Felipe Robledo ha sido bastante crítico con el intento de Avianca por concretar la unión con Viva Air. | Foto: Fotos: SEMANA y Avianca / A.P.I.

Uno de los críticos del proceso de integración entre Viva y Avianca ha sido el exsuperintendente Pablo Felipe Robledo, quien recordó que “a partir de la Ley de Transparencia, el superintendente de Industria y Comercio puede poner multas en temas de competencia, por lo que resulte mayor de hasta 100.000 salarios mínimos, pero también puede ser el 20 % del patrimonio o el 20 % de los ingresos operacionales”.

En medio del proceso también está el hecho de que Viva Air anunció que se acogió a un proceso de reestructuración había acogido a un proceso de reestructuración, mientras que la SuperSociedades salió a expresar que no existía ninguna solicitud de admisión para una reorganización o liquidación de Viva Air.