Cuando todo parecía estar listo para dar un cierre dorado a la novela de la integración entre Avianca y Viva Air, se abrió un nuevo capítulo. Estas compañías habían pedido autorización para unirse, entre otras razones, por la delicada situación financiera que estaría atravesando la aerolínea de bajo costo.
La Aeronáutica Civil, como autoridad en el transporte aéreo, confirmó la decisión de permitir la integración, pero con condiciones que, a juicio de Avianca, harían inviable la recuperación de Viva Air. En consecuencia, el proceso de nuevo deja en vilo a estas empresas del transporte, a los terceros interesados y a los usuarios de un servicio que es considerado como esencial, pese a lo cual se ha visto afectado por la puesta en tierra de los aviones de Viva.
Integración, en riesgo
Desde Avianca, Frederico Pedreira, chief operating officer, dice que ahora “la posibilidad de una integración está en cuidados intensivos”, puesto que se mantienen los condicionamientos que, a su juicio, imposibilitan la recuperación de Viva, y queda muy poco tiempo para resolver esta situación.
La Aeronáutica Civil, desde la resolución emitida en marzo, sentó su posición de defender la libre competencia, la cual se vería afectada si no se aplican reglas para repartir la torta, es decir, oportunidades parejas, lo que implica tener más espacios en el aeropuerto El Dorado para aterrizar y despegar, y no que Avianca los aumente sumando los de Viva a los que ya tiene.
El peso de la competencia se vio ya durante la crisis del transporte aéreo, que se desató en plena temporada de Semana Santa, pues no solo Viva Air, sino también Ultra Air suspendieron operaciones, lo que llevó a las demás aerolíneas a tratar de aumentar su capacidad para trasladar a los pasajeros varados.
En medio de esa situación, Avianca experimentó un aumento en la participación del mercado aéreo en Colombia, según cifras de la Aeronáutica Civil, aun sin hacer efectiva la integración.La aerolínea pionera en Colombia, según registros de operaciones aéreas, pasó de tener un 35 por ciento de la torta, en febrero, a 39,7 por ciento en marzo y a 42,8 hasta la primera semana de abril.
De ahí que la Aerocivil se mantenga en su posición de exigir condicionamientos a Avianca para autorizarle la integración con Viva. Ya que toda esta crisis causó gran afectación a los ciudadanos que habían adquirido tiquetes a futuro, la más reciente resolución expedida por la autoridad aeronáutica pide que sean respetados los derechos de los usuarios de Viva Air, se les reembolsen los tiquetes de vuelos cancelados y se les permita volar a quienes tienen reservas pendientes de ejecutar.
En ese escenario, muchos se quejan de que nada o casi nada ha sido gratis, pues aunque tenían tiquetes comprados, les cobraban sumas similares a las de un nuevo pasaje para poder ser reubicados en vuelos.
De igual manera, en pos de defender la competencia, la Aeronáutica, a través de su segunda resolución, emitida 12 días hábiles después de la primera, mantiene la exigencia de la devolución de los slots, o cupos de despegue y aterrizaje, tanto en salidas como en llegadas, principalmente en el aeropuerto El Dorado, que ya quedó con una infraestructura insuficiente para el exponencial crecimiento de la demanda de transporte aéreo.
Ese punto es clave para el negocio de Avianca y Viva Air y es, en parte, lo que ha desatado la puja de las demás aerolíneas, que con apelaciones a las decisiones de la Aerocivil intentan retrasar el proceso. De hecho, la Procuraduría General se pronunció en ese sentido, argumentando que no hay lugar a la intervención de terceros en los límites que estableció la autoridad aeronáutica.
Sube la temperatura
El problema, según sostiene Avianca, es que el tiempo apremia. No solo porque ahora, con un nuevo veredicto de la Aerocivil, quedó abierta la puerta para más intervenciones de los terceros interesados, sino porque “cada vez se acerca más el 9 de mayo, fecha en la que Viva perderá la protección del proceso de recuperación empresarial que lleva en la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño, haciendo que después de esa fecha su rescate sea prácticamente imposible”, manifestó Pedreira.
Avianca sostiene que la intervención de terceros en el proceso va en contravía de lo establecido en la Ley 1340 de 2009, que dicta normas sobre competencia, y de la exigencia hecha por la Procuraduría General de la Nación. “Latam, Wingo –que es Copa–, Ultra y Jetsmart se han beneficiado al dilatar el proceso, logrando que Viva suspenda operaciones y quitándole aviones y empleados”, sostuvo el vocero de Avianca, quien además mencionó a Latam, en particular, pues desde su óptica ni siquiera ha ocultado que está buscando demorar la decisión final y ha realizado acciones para generar confusión y distracción, indicando que iban a ofrecer comprar a Viva y, luego, retirando su interés”.
Santiago Álvarez, presidente de Latam en Colombia, tras ser consultado sobre su accionar, después de la resolución emitida por la Aerocivil, explicó que la decisión reciente resolvía el recurso de reposición de la propia Avianca, de Viva y de Wingo, la cual fue emitida desde la oficina de Transporte Aéreo. “Ahora está en proceso el recurso de apelación, también presentado por Avianca, Viva, Wingo y adicionalmente Latam, y esta instancia, que es la final, está a cargo de la Secretaría de Autoridad Aeronáutica”.
En términos legales, la autoridad podría tomar hasta dos meses, por lo que Pedreira pide no olvidar que las normas en Colombia establecen un periodo de 90 días, y el proceso “casi ha excedido los 270”.
En cambio el presidente de Latam señala que la Aerocivil ha actuado dentro de los términos legales “con respecto a tiempos. Hay que entender que esta es tal vez la transacción más compleja que ha tenido que evaluar en la última década, y este tipo de procesos normalmente toman un año o más cuando se compara con otros países”.
Para Avianca, la pelota sigue en la cancha de la Aerocivil, pero “el camino cada vez se ve más difícil”. Condiciones llevarían a Viva a fracasar.
Un par de preguntas a Frederico Pedreira, de Avianca
SEMANA. ¿Qué condiciones tendrían que eliminarse para hacer viable la integración?
FREDERICO PEDREIRA. Para darle viabilidad a la integración, se deben aclarar y modificar los condicionamientos que desconocen la realidad del mercado hoy y las actuales condiciones operativas –red de rutas, aviones y trabajadores– de la aerolínea Viva. L
as condiciones que se reiteraron con la decisión de la Aerocivil de esta semana hacen inviable la operación de Viva en el mediano plazo, condenándola al fracaso operacional y financiero (por ejemplo, la falta de slots). Además, son imposibles de cumplir, dada la realidad actual de esa empresa, que ya ha perdido más de la mitad de sus aviones, mientras le exigen mantener la capacidad en rutas exclusivas.
Y otorgan beneficios injustificados a terceros, como exigir a Avianca que pague por la certificación IOSA de seguridad de Satena.Avianca cree que la solución correcta para el país, los empleados, los pasajeros, la conectividad, es salvar a Viva, pero no podemos avanzar en una transacción donde nos hagamos cargo de una empresa que estaría condenada a fracasar por las condiciones impuestas.
SEMANA. ¿Por qué sigue siendo atractiva para Avianca la integración si Viva ya no tiene todos los aviones y parte de los slots deben ser repartidos?
F.P.: Avianca es el principal operador de este mercado, y desde el comienzo hemos dicho que nuestro objetivo es mantener la conectividad y los empleos, y asegurar la estabilidad del sector. Durante todo este proceso, hemos actuado de manera consistente con esta creencia.
Seguimos creyendo en lo que representa Viva para el mercado en Colombia, y en la importancia del modelo de bajo costo. Queremos que Viva sea parte de un mismo grupo empresarial con Avianca, para fortalecer a Colombia como actor relevante en el mercado aéreo latinoamericano, pero para eso necesitamos que los condicionamientos permitan operar lo que queda de la low-cost sin que eso implique un daño irreparable para Avianca. Cada día que pasa es un día menos para que Viva sobreviva.