El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, anunció este martes 12 de septiembre, a través de su cuenta de X, que la junta directiva de Empresas Públicas de Medellín (EPM) acordó que no entregará los 300.000 millones de pesos a Tigo-Une para su capitalización.
“Después de verificar las condiciones actuales de Tigo y la administración realizada por Millicom desde el 2014, en Junta Directiva de EPM, hemos decidido no entregar 300 mil millones de recursos públicos que eran solicitados por ellos a modo de capitalización”, dijo el mandatario de la capital antioqueña.
En ese sentido, expresó: “Millicom y Tigo deberán tramitar ante el Concejo de la ciudad las aprobaciones necesarias para avanzar en cualquier proceso de dilución. Esto nos duele en el alma. UNE era una empresa exitosa y 100 % pública. Ojalá algún día se castigue a los responsables”.
Esto significa que la empresa tendrá que ir a reorganización, pues el ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), Mauricio Lizcano, había advertido: “Antes del 9 de octubre invitamos a los accionistas EPM y Millicom a que o capitalicen la empresa o sea diluida”.
El ultimátum
El jefe de la cartera había asegurado: “Si antes de esta fecha no se toma una decisión, el Gobierno entraría a considerar a través de la Superintendencia de Sociedades la posibilidad de que entre a reorganización empresarial que garantice la prestación del servicio y los empleos”.
“La voluntad de este gobierno es mantener la estabilidad del mercado, operación y el servicio a los 12,5 millones de usuarios y 15 mil colaboradores que trabajan directa e indirectamente en Tigo Colombia”, agregó en su mensaje a los accionistas.
Y es que las pérdidas de esta empresa alcanzaron los 473.000 millones de pesos en 2022. Los máximos accionistas de Tigo-UNE son EPM (50 %), el Instituto de Deporte y Recreación (0,0001 %) y la multinacional Millicom (49,99 %).
“En general, cuando una empresa llega a tener un patrimonio negativo, entra en causal de reorganización o liquidación, eso es general para todas las empresas. Han pedido a EPM una capitalización, pero EPM, para poder dar plata a una empresa que lo ha hecho mal, que ha administrado mal, esa empresa que se llama Millicom, debe demostrar que el dinero no se perderá, y hasta el momento no ha podido hacerlo”, había dicho el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle.
“En el contexto macroeconómico, los efectos de la pandemia y la coyuntura del sector están afectando a todos los operadores de telecomunicaciones. La mayoría de las empresas del sector registró balances negativos en el año 2022 en Colombia. Tigo no es ajeno a esta realidad”, le dijo recientemente la empresa a SEMANA.
Fitch le bajó la calificación a AA-
Ahora, en medio de la crisis que atraviesa la empresa, la calificadora Fitch Ratings rebajó la notas nacional de largo plazo a “AA-(col)” desde “AAA(col)” y la calificación de corto plazo a “AAA(col)” permaneció en “F1+”.
La calificación del programa de bonos gubernamentales nacionales también fue rebajada a AA-(Col) desde AAA(Col), mientras que la calificación de los efectos comerciales se mantuvo en F1+(Col). Al tiempo, dejó una perspectiva negativa.
Según la empresa, la rebaja se debió al aumento de la presión financiera y a las preocupaciones sobre el gobierno corporativo de la empresa.
“Esto último ha perjudicado la capacidad de Tigo-Une para refinanciar oportunamente la deuda bancaria y ha generado dudas sobre la voluntad de los accionistas de apoyar a la empresa durante un período de flujo de caja libre (FFL) negativo debido a la presión de precios, las altas tasas de interés y los gastos de capital”, dijo el informe.
Asimismo, la perspectiva negativa refleja la débil posición de liquidez de la compañía con respecto a sus obligaciones financieras con vencimiento dentro de los próximos tres meses.