A través de un comunicado de prensa, las Tiendas Justo & Bueno anunciaron que solicitarán formalmente su admisión a un proceso de reorganización empresarial a la Superintendencia de Sociedades, sobre los términos de la Ley 1116 de 2006.

De acuerdo con la compañía, esta petición se hace “con el propósito de mantener su operación mientras se materializa, en el corto plazo, una opción de salvamento nueva que se está estructurando por iniciativa de los propios acreedores”.

Justo & Bueno, propiedad de Reve Group,asegura que ser admitidos en este proceso también es una alternativa para poder superar las diferentes situaciones coyunturales por las cuales está pasando la compañía y que le impiden pagar las obligaciones para continuar con la operación.

Igualmente, la compañía asegura que es una “solución razonable y justa”, luego del retiro de la inversión extranjera que se perfilaba como su salvavidas.

“Justo & Bueno ha democratizado el consumo de productos de calidad a precios justos. Aporta a la economía de los hogares colombianos desde su creación en 2016, genera cerca de 20.000 empleos directos e indirectos, ha fomentado la creación de más de 450 empresas y microempresas, y cuenta con 1.218 tiendas en 308 municipios”, dice el comunicado emitido por la compañía.

Además, añade que “la compañía sigue firme con Colombia, con sus colaboradores, acreedores y aliados, a pesar de que la pandemia y el paro pusieron en jaque su operación”.

Una vez Justo & Bueno radique su solicitud de acogerse a la ley de reorganización empresarial, la Superintendencia de Sociedades hará un proceso de verificación para ver si cumple con los requisitos establecidos en la norma.

Posteriormente, cuando se logre claridad acerca de los números y las realidades de los mismos, la entidad decidirá si acepta o no la petición. Mientras tanto, la actividad de las tiendas continúa.

El pasado 30 de abril la compañía anunció que se acogería a la ley de insolvencia especial, prevista en el Decreto Ley 560 de 2020, creado precisamente para permitirles un oxígeno a las empresas en dificultades y ayudar así a su recuperación empresarial.

No hace mucho tiempo, esta marca anunciaba la apertura de nuevos puntos. De hecho, en febrero se lanzó una nueva tienda en el Amazonas para poder seguir prestando esos servicios en zonas apartadas es que la compañía acudirá al mecanismo previsto en la ley mencionada.

Sin embargo, y pese a ser parte de uno de los sectores que siguió suministrando productos a los colombianos durante la pandemia, se han visto afectados por la crisis que golpea a todos los negocios.

Se veía venir

La decisión de la compañía de acogerse a la reorganización empresarial ya se veía venir. En días pasados salió a relucir una carta que las directivas de Justo & Bueno habrían enviado a sus proveedores, anunciándoles las dificultades para cumplir con los pagos. Esto habría ocasionado el recorte en el suministro de productos de los que se distribuyen en las tiendas de mercadería.

Esas circunstancias, con los proveedores, están en contravía con el desarrollo de una robusta plataforma digital para atender pedidos y la creación de una aplicación para mercar que activó Justo & Bueno para seguir atendiendo al consumidor durante la pandemia.

Lo cierto es que, en el reporte que hicieron a la Cámara de Comercio, registran un patrimonio neto negativo de -$463.280.000.000 (más de cuatrocientos sesenta y tres mil millones).

¿De dónde salió el negocio?

Hay que recordar que detrás del negocio de tiendas de bajo costo está el emprendedor chileno Michel Olmi, que en 2009 residía en Alemania, donde se ideó la marca de tiendas de descuento, dirigida a familias de bajos recursos. Una década después ya era reconocido como uno de los empresarios más exitosos de Latinoamérica, llegando a facturar más de $1.000 millones de dólares anuales con sus emprendimientos.