Que una empresa de origen extranjero, pero con 4.000 empleados en el país, empiece a vender minipandebonos, besitos, rosquitas y achiras, no solo muestra su interés en el mercado local, sino también su apuesta por innovar y crecer. Ese es justo uno de los más recientes lanzamientos de la mexicana Bimbo, que este año cumple 25 de haber desembarcado en el país.
Francisco Fuente, nuevo gerente de la filial colombiana de Bimbo y quien llegó al país este año tras liderar la operación de Ecuador, señala que estos lanzamientos se hicieron pese a las dificultades que trajo la pandemia, pues la innovación es necesaria para cumplir con su promesa de valor y para avanzar como empresa.
Como resultado, en 2020 no solo lograron cumplir sus objetivos en términos de crecimiento y rentabilidad, sino que aseguraron recursos para continuar invirtiendo en el país.
El año pasado los ingresos de la compañía fueron de 788.261 millones de pesos, 11,5 por ciento más que en 2019 y las utilidades llegaron a 6.883 millones, con un crecimiento anual de 155, por ciento.
“Con lanzamientos como la marca Pa´Mi Gente (la de los minipandebonos, besitos, rosquitas y achiras) y los panes congelados que deben ser acabados de cocinar en casa, no solo buscamos entender mejor las necesidades y los gustos de los consumidores, sino también mantener nuestro propósito de alimentar un mundo mejor con productos deliciosos al alcance de todos”, dice Fuentes e insiste que esa es una filosofía que comparten los 130.00 colaboradores del grupo en 36 países.
De los mercados en donde operan en América Latina, descontando a Brasil, Colombia compite con Chile por el segundo lugar tras el negocio en su país de origen (México). De las 196 plantas que tienen en el mundo, 7 están en Colombia (dos en Tenjo, una en Medellín, una en Cali, una en Barranquilla, una en Armenia y otra de una empresa que compraron hace tres años para producir pan congelado).
Si bien cuando llegaron a Colombia entraron a competir en un negocio ya maduro con otros fabricantes de pan empacado y con las panaderías de barrio, Bimbo ha logrado abrirse su espacio, así como aumentar el consumo per cápita de pan en el país, que está en 24 kilos.
No obstante, Fuente señala que la meta de Bimbo es estar presentes en todas las comidas del día y no solo en el desayuno, pues en su portafolio tiene oferta de productos para distintos momentos tanto dulces como salados. Destaca el caso de las tortillas, una categoría que no era muy consumida en Colombia, pero que ha venido creciendo bastante, incluso ya con la participación de otros fabricantes.
En el mundo, la marca más reconocida de esta multinacional es la de pan blanco Bimbo, así como los ponqués Marisela y Pingüinos. Otra de sus marcas de alto crecimiento es Artesano, la cual fue desarrollada en Colombia.
“Cada categoría tiene su propio plan de innovación y en eso no hemos tenido pausa, para este año vamos a lanzar un ponqué redondo con tres leches, así como nuevos desarrollos en panes tajados”, comenta este ejecutivo, quien trabaja en el Grupo Bimbo desde 1991.
Abastecimiento, la clave
Tras adaptarse a todos los cambios que trajo la pandemia, donde tuvieron que garantizar el suministro en todo el país, en Bimbo, como en muchas otras empresas, se vieron enfrentados a las dificultades que trajeron los bloqueos realizados durante el Paro Nacional. “Por nuestra presencia en Chile sabíamos que la clave era mantenernos abastecidos, eso sí cuidado a nuestra gente. Estuvimos siempre al pendiente de las oportunidades para poder transitar, incluso recurrimos al transporte aéreo, y logramos que la operación no parara, con todo y que alcanzamos a tener algo de escasez de ciertos ingredientes”, precisa Fuente.
Para este año, este ejecutivo confía en que podrán mantener su ritmo de crecimiento a doble dígito y ejecutar su plan de inversión, que es de 10 millones de dólares y que, entre otras cosas, se concentra en una nueva línea para pan tostado en la planta de Tenjo, así como mantenimientos de las demás fábricas.
Con respecto a la preocupación de algunos sectores por un rebrote inflacionario o por el impacto de una tasa de cambio creciente, Fuente responde que ellos enfrentan esos riesgos trabajando en mejorar su productividad, su eficiencia y su cadena de valor. La idea es evitar trasladar esos choques al precio al consumidor.
Tras iniciar su trabajo al frente de Bimbo en el mercado colombiano, Fuente confiesa que su meta es que la empresa siga generando fuentes de empleo y que sea referente dentro del grupo por sus buenas prácticas, lo que no solo implica cumplir con los objetivos del negocio, sino también en sus deberes con el país.