El cambio climático implica grandes retos para varios sectores, entre ellos el aeronáutico, que actualmente es responsable de alrededor del 3 % de las emisiones mundiales de CO2.
A principios de junio, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (Iata, por sus siglas en inglés), en el marco de su asamblea realizada en Turquía, reiteró el objetivo de esta industria de alcanzar cero emisiones netas de carbono para el año 2050.
La Iata expuso varias acciones para cumplir este propósito, como el desarrollo de aviones y motores “más eficientes” y la apuesta por combustibles alternativos.
En ese sentido, la organización espera que el Combustible de Aviación Sostenible (SAF) contribuya con cerca del 62 % a la reducción de emisiones a cero.
Este biocombustible produce cerca de 80 % menos emisiones que los combustibles fósiles, sin embargo, su producción es mucho más costosa y su desarrollo es aún incipiente.
Steven Le Moing, jefe de Gestión del Programa de Combustible de Aviación Sostenible (SAF) de Airbus, compañía fabricante de aviones, afirma que el SAF es una solución para la reducción del carbono que ya está disponible y que, pese a que su uso hasta el momento es reducido, 460.000 vuelos, con corte a enero de este año, ya han sido operados con combustibles alternativos.
A nivel internacional, el vocero de Airbus afirmó que en Norteamérica y Asia Pacífico se están desarrollando grandes proyectos con este tipo de combustibles, mientras que en Europa los proyectos se centran en innovaciones, aunque son más pequeños. No obstante, señaló que la demanda aún es muy reducida para producir a larga escala.
El SAF en la región
Juan José Tohá, director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Grupo Latam, manifestó que América Latina tiene grandes posibilidades para la producción de SAF, especialmente Brasil, no obstante, hasta el momento esto no se ha materializado.
“La región cuenta con condiciones que son extremadamente favorables, solamente Brasil tiene el potencial de producir un tercio de todo el SAF que se requiere en el planeta; sin embargo, la verdad es que hasta ahora no lo hemos producido. Hay una planta que está en construcción, pero estamos todavía lejos de contar con SAF para la aviación en América Latina”, señaló.
“A nivel global, si bien la producción ha ido subiendo, sigue siendo muy marginal frente a las necesidades que se tienen. El mayor productor es Estados Unidos, donde existen subsidios, beneficios tributarios, seguido por Europa (…) En Sudamérica falta madurez en materia de políticas”, agregó.
Para Tohá, es necesario que los gobiernos de la región desarrollen políticas con el fin de promover el uso del SAF.
“El reto es desarrollar políticas públicas para incentivar la producción y el uso. Latam promueve políticas que busquen no copiar las de otros continentes. Es imposible emplear políticas de países que tienen ingresos per cápita que son seis, siete veces los ingresos que tenemos en la región y pensar que van a ser exitosas”, sostuvo.
El directivo de la aerolínea aseguró que se necesita financiamiento para los fabricantes con el propósito de que estos puedan aumentar la producción de combustible alternativo.
De igual manera, subrayó que el principal reto para su desarrollo es que su costo es superior entre dos y cinco veces al que se usa actualmente.
“El mayor desafío es cómo vamos a lograr que la brecha que existe entre el precio del jetA1 y el SAF se vaya acortando. Hoy vemos que esa brecha es entre dos y cinco veces y en una industria, en la que el combustible es entre el 30 % y el 40% de los costos en la región, es difícil de abordar”, expuso.
Tohá señaló que están impulsando la realización de un estudio junto a Airbus y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para contribuir a la investigación para la formulación de políticas públicas que soporten la descarbonización sostenible para la aviación en América Latina. Este estudio estará dirigido a Colombia, Chile, Brasil, Perú, México y Ecuador.