Apenas unas horas después de que la Aerocivil reconociera la calidad de terceros interesados en el proceso de solicitud de integración de Viva con Avianca, a otras aerolíneas como Latam, JetSmart, Wingo, entre otras, Viva le informó a la Aerocivil que a partir de las 11 de la noche del 27 de febrero de este año suspendía las rutas operadas por la compañía.
En una carta conocida por SEMANA, Viva advirtió a la Aerocivil que a pesar de que el trámite de integración con Avianca se ha adelantado dentro del marco legal vigente y del debido proceso, “la manera accidentada, tardía y defectuosa en que esa Autoridad ha atendido el trámite a la solicitud de integración que cursa en su despacho, han degradado las finanzas de Viva a tal punto que hoy no hay más alternativa que suspender las operaciones de manera inmediata e indefinida. Es importante precisar que el objeto de la integración no es otro que permitir que Viva pueda hacer parte de un grupo económico fuerte que le permita solventar las dificultades económicas informadas”.
Viva recordó que dentro del trámite de la integración con Avianca se han puesto en conocimiento de la Aerocivil ofertas de condicionamientos para mitigar los efectos eventuales en el mercado de la integración y mantener la competencia: “Sin embargo, a la fecha aún no se tiene una respuesta definitiva de parte de las entidades de gobierno. Como organización lamentamos profundamente esta forzosa decisión, pues Viva nunca tuvo la intención de afectar a los usuarios de sus servicios. No obstante, hemos agotado todas las alternativas posibles para proteger la operación, siendo esta suspensión la última alternativa que nos queda de cara a una respuesta que llevamos esperando por más de seis (6) meses”.
Agregó que es consciente del daño que esta situación genera a los clientes, acreedores, colaboradores, empleados y sobre todo a la reputación de la compañía, “daño que consideramos irremediable, pero el tiempo no da más espera y en consecuencia esta misma noche se suspenden las operaciones en la totalidad de las rutas operadas por Viva”.
Dejó en manos del Gobierno nacional y del Ministro de Transporte, como cabeza del sector, las tareas que vienen: “El ministro ha informado a la opinión pública que el Gobierno Nacional cuenta con diversos planes a efectos de evitar y mitigar las afectaciones a los usuarios y empleados de Viva, por lo que confiamos en sus declaraciones y estamos a la espera de información respecto de estos planes a efectos de colaborar en su implementación si es necesario”.
Viva mantiene abierta la puerta y asegura que “esta no es una suspensión definitiva” y que “si las autoridades de gobierno no actúan de manera urgente no será posible retomar nuestras operaciones en el plazo más inmediato”.
La decisión de la aerolínea generó profundos traumatismos en la operación aérea nacional desde la misma noche del lunes 27 de febrero, incluso antes de las 11 p. m., plazo que había fijado la aerolínea para dejar todos sus aviones en tierra y suspender las operaciones.
La reacción de los pasajeros no se hizo esperar. Muchos expresaron que es inaudito que la aerolínea les haya recibido maletas e, incluso, les haya cobrado por el exceso de equipaje, para luego informarles que no volarán.
Los pasajeros se ‘rebotaron’ y exigen una solución a la necesidad de trasladarse a sus destinos. Principalmente, la mayor ofuscación la tienen las personas que tienen vuelos internacionales, a quienes les han informado que les reembolsarán el dinero pagado por los tiquetes, pero ellos advierten que no tienen familiares en el país y que los mencionados reembolsos se demorarán más de dos semanas.
El reclamo de los pasajeros es generalizado. Unos alegan que tienen citas médicas, otros que necesitan viajar para presentar exámenes finales y que deben cumplir citas en cancillerías para obtener permisos de salida del país.
En la parálisis que tiene la aerolínea en el aeropuerto El Dorado también hay menores de edad que están cansados de esperar horas para abordar un avión que finalmente no tendrán la noche del lunes, ni el martes, si continúa el cese de operaciones.
Se calcula que el martes unos 18.000 pasajeros verán afectados sus viajes y conexiones.
Las advertencias de Avianca y Castellsouth
A lo largo del lunes y antes de conocerse la decisión de Viva, tanto Avianca –que tiene los derechos económicos de Viva, pero no sus derechos administrativos y políticos- como Castellsouth Limited –que tiene los derechos políticos sobre Viva- advirtieron las consecuencias de la decisión de la Aerocivil de reconocer como terceros interesados a otras aerolíneas.
“Como se ha dicho en innumerables ocasiones desde el inicio de este proceso, una decisión inmediata de la Aerocivil que permita a Viva entrar a formar parte de un grupo de aerolíneas más grande, más fuerte y mejor capitalizado, es la única forma en que Viva puede continuar volando”, dijo Castellsouth en un comunicado, en una clara alusión a que Viva pueda hacer parte del Grupo Abra en el que participan Avianca, Gol y posiblemente la chilena Sky.
Castellsouth agregó: “La decisión de la Aerocivil del día de hoy pone en peligro aún más la permanencia de Viva en el mercado”.
Por su parte, Avianca en un comunicado dijo: “Desde el momento en que se materializó la crisis de la low-cost (Viva), Avianca ofreció públicamente ayuda y solicitó a la Autoridad (Aerocivil) que fijara mecanismos para proteger, efectivamente y bajo la normatividad aplicable, a los pasajeros y a las comunidades impactadas por la salida de aviones y la cancelación de las rutas de Viva. A la fecha, la Aerocivil no ha emitido directrices públicas para que todas las líneas aéreas puedan ofrecer dicha protección a pasajeros de una manera que asegure el cumplimiento de la legislación aeronáutica y tributaria vigente”.
Además, señaló: “Avianca reitera su total disposición para buscar, junto con el Gobierno Nacional, alternativas viables y urgentes que faciliten escenarios objetivos para ser parte de la solución. Están en riesgo el modelo low-cost en Colombia, miles de puestos de trabajo, cientos de miles de tiquetes aéreos, un mercado aeronáutico dinámico, los beneficios para las comunidades a través de los servicios conexos directos e indirectos, la democratización del turismo, la pérdida de cuantiosos recursos públicos por deudas por cerca de 20 millones de dólares que el Estado colombiano ha garantizado a Viva y, lo más importante, el seguir conectando regiones que ven en la aviación una esperanza para el desarrollo y el bienestar social”.