Durante la pandemia, las compañías de alimentos se convirtieron en los otros héroes que garantizaron el abastecimiento del país. Y una de las organizaciones que trabajó y ayudó con donaciones a familias vulnerables fue el Grupo Diana.
De hecho, Diana fue de las primeras empresas del país en abrir el camino de la solidaridad cuando sin mucho aspaviento en medio de la cuarentena que se instauró para bajar la velocidad de los contagios y fortalecer el sistema de salud, donó un millón de libras de arroz a través del Banco de Alimentos de Bogotá.
Andrés Murra, su CEO, explica que adelantan un proceso de consolidación importante, y, aunque los últimos meses no han sido nada fáciles para la economía, su industria es afortunada y no ha dejado de trabajar un solo día para garantizar la oferta de productos básicos.
Los resultados de 2020 fueron positivos: cada una de las divisiones de esta empresa de alimentos creció a dos dígitos, toda una hazaña si se tiene en cuenta que el PIB nacional cerró el año pasado con un desplome de 6,8 por ciento.
Murra asegura que el buen resultado no hubiera sido posible sin el compromiso de sus más de 2.000 colaboradores. “El año pasado este crecimiento a dos dígitos implicó producir más y vender más; para esto nuestras plantas generaron empleos adicionales”, agrega.
Desde la organización, atribuyen este resultado a un proceso de consolidación que ya acumula varios años, y ha llevado a que la compañía no solo sea reconocida por producir arroz. Hoy Diana es una gran marca sombrilla de un grupo importante de productos básicos.
La estrategia fue convertirse en la marca de productos básicos de las familias colombianas. Y sí que lo está logrando. El portafolio ha crecido durante los últimos años y debido a esto hoy se encuentra entre las marcas más fuertes del país en el segmento de alimentos básicos. Su oferta incluye víveres como fríjoles, lentejas y granos en general, aceites y grasas. Pero el crecimiento no termina ahí. Hace pocas semanas, anunciaron la incursión en el negocio de las harinas de maíz.
Esto ha hecho que su desarrollo no se detenga: para este año, proyectan invertir alrededor de 8 millones de dólares. Según Murra, esta es la mejor manera de aportarles al crecimiento económico y a la reactivación del país.
Dentro de los planes de la compañía, están previstos nuevos lanzamientos, ampliaciones en el portafolio, e innovaciones que aumentarán su capacidad productiva para seguir soportando el crecimiento económico. Esto, de paso, le permitirá al Grupo crear empleos adicionales, gracias a varias ampliaciones de plantas en diferentes zonas de Colombia.
Durante la pandemia, el sector privado ha demostrado con creces de lo que está hecho y, más recientemente, durante el paro nacional, por lo que no es momento de bajar la guardia ni escatimar en inversiones; estas, al final del día, benefician a la población.
Murra insiste en que no es tiempo de asustarse o bajar la guardia. “Sigamos invirtiendo, no nos podemos bajar del bus, tenemos que continuar aportando y generando empleo. Ya hemos pasado por la tormenta, ya viene la calma, con eso aceleramos el crecimiento y seguiremos construyendo el país que tanto soñamos”, concluye.