Este martes, 12 de septiembre, se llevó a cabo una asamblea de accionistas de Tigo-Une, en la que el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, aseguró que Millicom se queda con el 98 % de Tigo Une tras aprobar dilución “forzosa”, mientras que la Alcaldía de Medellín, por medio de EPM, tendría el 2 %.

No obstante, este miércoles, Millicom desmintió al mandatario de Medellín, indicando que EPM no se ha diluido.

Sobre el tema, el gerente general del Grupo EPM, Jorge Andrés Carrillo, explicó que “ayer EPM emitió información relevante sobre la decisión de no capitalizar. Con el conocimiento de esa decisión se realizó hoy la asamblea de accionistas de UNE, donde es clara la estrategia de dilución hacia EPM a su mínima participación y a valores muy inferiores al valor real del mercado”.

Y acusó que “en la asamblea Millicom, a pesar del voto negativo de EPM tomó decisiones para avanzar en la dilución sin respetar las mayorías especiales estatutarias y sin pasar por el Concejo de Medellín”.

Y acusó que “en la asamblea Millicom, a pesar del voto negativo de EPM tomó decisiones para avanzar en la dilución sin respetar las mayorías especiales estatutarias y sin pasar por el Concejo de Medellín”. | Foto: Robert Churchill

Cabe recordar que el lunes 11 de septiembre el Gobierno nacional lanzó un ultimátum a la empresa de telecomunicaciones TigoUne debido a la crisis que enfrenta, así lo expresó el Ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), Mauricio Lizcano, en su cuenta de X: “Hasta el 9 de octubre invitamos a los accionistas de EPM y Millicom a capitalizar la empresa o diluirla”.

Y advirtió: “Si antes de esta fecha no se toma una decisión, el Gobierno entraría a considerar a través de la Superintendencia de Sociedades la posibilidad de que entre a reorganización empresarial que garantice la prestación del servicio y los empleos”.

Del mismo modo, el funcionario dijo: “La voluntad de este gobierno es mantener la estabilidad del mercado, operación y el servicio a los 12,5 millones de usuarios y 15 mil colaboradores que trabajan directa e indirectamente en Tigo Colombia”.

Ahora, en medio de la crisis que atraviesa la empresa, la calificadora Fitch Ratings rebajó la calificación nacional de largo plazo a “AA-(Col)” desde “AAA(Col)”, y la calificación de corto plazo a “AAA(Col)”. permaneció en “F1+(Col)”.

La calificadora Fitch Ratings rebajó la calificación nacional de largo plazo a “AA-(Col)” desde “AAA(Col)”, y la calificación de corto plazo a “AAA(Col)”. permaneció en “F1+(Col)”. | Foto: Jakub Porzycki/NurPhoto

La calificación del programa de bonos gubernamentales nacionales también fue rebajada a ‘AA-(Col)’ desde ‘AAA(Col)’, mientras que la calificación de los efectos comerciales se mantuvo en ‘F1+(Col)’. Al mismo tiempo, dejó una perspectiva negativa.

Según la empresa, la rebaja se debió al aumento de la presión financiera y a las preocupaciones sobre el gobierno corporativo de la empresa.

“Esto último ha perjudicado la capacidad de TigoUne para refinanciar la deuda bancaria de manera oportuna y ha generado dudas sobre la voluntad de los accionistas de brindar apoyo a la compañía durante un período de flujo de fondos libre (FFL) negativo debido a la presión de precios, y a gastos elevados por intereses y de capital”, dice el informe.

Ahora, en medio de la crisis por la que pasa la compañía, la agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings le bajó la calificación nacional de largo plazo a ‘AA-(col)’ desde ‘AAA(col)’ y la de corto plazo la dejó en ‘F1+(col)’.

También bajó la calificación del Programa de Bonos de Deuda Pública Interna a ‘AA-(col)’ de ‘AAA(col)’ y la de los Papeles Comerciales quedó en ‘F1+(col)’. Al tiempo dejó la perspectiva Negativa.

Según la entidad, la disminución de la nota se dio por un incremento en la presión financiera y las preocupaciones en la gobernabilidad corporativa de la compañía.

“Esto último ha perjudicado la capacidad de Tigo-Une para refinanciar la deuda bancaria de manera oportuna y ha generado dudas sobre la voluntad de los accionistas de brindar apoyo a la compañía durante un período de flujo de fondos libre (FFL) negativo debido a la presión de precios, y a gastos elevados por intereses y de capital”, dice el informe.

De igual manera, la perspectiva negativa refleja la posición débil de liquidez de la compañía en relación con sus obligaciones financieras que vencen durante los próximos tres meses.

La perspectiva negativa refleja la posición débil de liquidez de la compañía en relación con sus obligaciones financieras que vencen durante los próximos tres meses. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA