La Reserva Federal estadounidense (Fed) autorizó este viernes 14 de abril la compra de las filiales estadounidenses de Credit Suisse por parte de UBS, en el marco del plan de salvamento del segundo banco suizo.
“El directorio de la Reserva Federal autorizó el viernes a UBS Group AG, de Zurich, en Suiza, a comprar las filiales estadounidenses de Credit Suisse Group AG, de Zurich, en Suiza”, resume un comunicado de la Fed.
Vale la pena recordar que el banco suizo UBS acordó en marzo la compra de Credit Suisse después de aumentar su oferta inicial (de mil millones de dólares) a más de tres mil millones, de acuerdo con el Financial Times.
En ese sentido, UBS pagará cerca de 0,76 francos suizos por acción de sus propias acciones, por un valor de 3.000 millones de francos suizos, ante a una oferta de 0,25 francos suizos de hoy por valor de alrededor de 1.000 millones de dólares, la cual fue rechazada por el directorio de Credit Suisse.
Sin embargo, la oferta se mantiene por debajo del precio de cierre de Credit Suisse de 1,86 francos suizos del pasado viernes.
Adicionalmente, el Banco Nacional Suizo ofrecerá una línea de liquidez de 100.000 millones de dólares a Credit Suisse como parte del acuerdo, agregó el FT, citando a dos personas familiarizadas con el asunto.
Además, UBS acordó suavizar una cláusula de cambio adverso, material que dejaría sin validez el acuerdo, si sus diferenciales de incumplimiento crediticio aumentan.
Más temprano, el banco anunció que, bajo presión de las autoridades, estaba dispuesto a comprar a su rival, Credit Suisse, pero a una fracción de su valor, en un momento en el que urge una operación para evitar una contagiosa ola de pánico en los mercados el lunes.
Según el diario Financial Times, que fue el primer medio en reportar una posible compra de Credit Suisse por UBS, este último estaba dispuesto a pagar solamente mil millones de dólares (930 millones de euros), una fracción de la valoración bursátil que tenía el banco al cierre de los mercados el viernes.
Las autoridades suizas consideraron que no quedaba más remedio que empujar a UBS a superar las reticencias, ante la presión de los principales socios económicos y financieros de Suiza, que temen por la estabilidad de sus propias plazas financieras, según Blick.
Las normas de la banca suiza establecen que UBS debería consultar a sus accionistas durante un periodo de seis semanas, pero para esta operación podrían aplicarse medidas de emergencia, según el diario económico Financial Times, que cita fuentes que pidieron permanecer en el anonimato.
El banco registró días antes una caída récord y su valor bursátil se desplomó a 7.000 millones de francos suizos, unos 7.580 millones de dólares, que es una suma casi nimia para una entidad considerada de una importancia sistémica, por lo que su quiebra debe ser evitada.
Según Financial Times y Blick, los clientes del banco retiraron diez mil millones de francos suizos en depósitos en una jornada al final de la semana pasada, un indicio tangible de la desconfianza hacia la institución.
Estas negociaciones se producen después de una semana negra en bolsa en la que el banco central helvético tuvo que intervenir y prestó a Credit Suisse 53.700 millones de dólares para darle un balón de oxígeno e intentar aplacar el nerviosismo de los inversores, sin éxito.
Según la agencia Bloomberg, UBS exigía que las autoridades públicas pagaran los costos legales y las potenciales pérdidas que pueden ascender a miles de millones de francos suizos.
La negociación estuvo centrada el sábado en torno a las actividades de la banca de inversión, según la agencia financiera, y una de las hipótesis para salir de la crisis es que la compra sea parcial y deje fuera a esta división.
A finales de octubre, Credit Suisse presentó un enorme plan de reestructuración que contemplaba la supresión de 9.000 empleos hasta 2025, lo que supone un 17 % de sus efectivos.
La entidad, con una plantilla de 52.000 personas a finales de octubre, quería centrarse en actividades más estables y transformar radicalmente su banca de negocios.
Por su parte, el sindicato de empleados de los bancos suizos “exigió” el domingo que sus delegados participen en la negociación, teniendo en cuenta las “enormes” consecuencias de la operación en la plantilla.
*Con información de AFP