En la historia de los sabores que han endulzado la vida de los colombianos, pocos son tan emblemáticos como Nucita. Este dulce ha dejado una huella en la memoria colectiva de Colombia, convirtiéndose en un símbolo y tradición. Su historia, llena de sabores y momentos compartidos, merece ser contada.
El producto con sabor a nueces y chocolate nació tras la adquisición de la fórmula por parte de Colombina a Giovanni del Colle Russo, un experimentado chocolatero italiano que llegó a Colombia en la década de 1970, quien le dio vida al que hoy se convirtió en el dulce de las generaciones.
Nucita se presentó al mercado en 1979, forjando un vínculo con los colombianos y convirtiéndose en el producto icónico de chocolate esparcible en el país. Además, es una de las marcas que ha estado presente en los consumidores de todas las edades.
La primera incursión de Nucita en las comunicaciones tuvo lugar en las décadas de los 80 y 90, cuando el famoso mimo francés Marcel Marceau se convirtió en su imagen icónica. Años después, la marca buscó transmitir un mensaje más allá del producto, y desde 1992, la entrañable ardilla se ha convertido en su compañera inseparable. La ardilla continúa siendo el emblema de la marca, convirtiéndose en uno de sus activos más valiosos.
Por su parte, Mauricio Escobar, vicepresidente Corporativo de Mercadeo de Colombina, afirma que: “Nucita, es una marca icónica que nos ha acompañado por años a muchas generaciones y alrededor de la cual todos han podido descubrir un ritual favorito; comer cada lado de su delicioso chocolate blanco o negro, mezclarlo, comerlo con su palito o con el dedo y/o raspar las equinas de su cajita. Nucita siempre traerá un recuerdo y una manera divertida para disfrutarla y compartir”.
Según datos de Legiscomex y Analdex, durante los primeros ocho meses de este año, el principal destino de las exportaciones de confitería colombiana ha sido Venezuela, con una participación del 20% en las ventas de este sector. Le siguen Estados Unidos (17,6%), Ecuador (12,5 %) y Chile (10,6 %). Las exportaciones hacia Estados Unidos alcanzaron los US$35,4 millones en este período, reflejando un aumento del 7,3 %.
A pesar del rendimiento positivo en algunos mercados, las exportaciones totales de confitería nacional entre enero y agosto de este año alcanzaron los US$201 millones, un 3,4% menos que el año anterior, según los datos de Legiscomex con análisis de Analdex.
A lo largo de los años, Nucita se ha integrado en la cultura colombiana de una manera única. Es el compañero para el pan o las galletas en el desayuno, un compañero dentro de las loncheras y un dulce para las festividades. Su versatilidad ha asegurado su lugar en las cocinas de Colombia.
Gracias al éxito obtenido en su presentación en crema, la marca adaptó su sabor único a diferentes categorías, como lo son: crema esparcible, barquillos, bombones de chocolate, modificador de leche, helados, galletas tipo wafer y caramelos masticables, su más reciente lanzamiento, además, de alianzas únicas como el McFlurry Nucita.
Anualmente salen al mercado más de 170 millones de unidades de la marca, que hoy llega a más de 15 países entre los que se encuentran: Estados Unidos, Barbados, Chile, Nueva Zelanda, Jamaica, St. Kitts, Perú, entre otros, en donde se distribuyen bajo las marcas Nucita, Nutellini, Nutino y/o Nutty.
Por tanto, según el ranking Brand Asset Valuator (BAV) proporcionado por VMLY&R Colombia, agencia de comunicación y publicidad que evalúa cuáles son las marcas que conquistan a los colombianos, Nucita se encuentra en el top 25, ocupando el puesto número 21. El estudio analiza cuatro indicadores: diferenciación, relevancia, estima y familiaridad.
La experiencia de Nucita va más allá del sabor. Ha sido testigo momentos compartidos en familias colombianas, ya sea durante las conversaciones en la mesa, en una merienda improvisada o como regalo en festividades. Nucita ha estado presente en celebraciones y momentos cotidianos.
A medida que avanza el tiempo, Nucita continúa siendo un dulce querido en Colombia. La empresa ha diversificado su línea de productos, ofreciendo nuevas variantes y sabores. Además, se ha comprometido con prácticas sostenibles y responsables, asegurando que su dulzura llegue a las futuras generaciones.