En un esfuerzo conjunto por reducir los alarmantes incidentes causados por el uso fraudulento de energía eléctrica en Colombia, Asocodis y sus empresas afiliadas han lanzado una campaña de concientización denominada “Estar Bien Conectado”. Esta iniciativa busca promover un uso responsable y legal de la energía eléctrica, con el propósito de proteger la vida de los ciudadanos y prevenir tanto pérdidas humanas como económicas en el país.
Las estadísticas presentadas por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios arrojan cifras preocupantes, destacando que históricamente el 43 % de los accidentes relacionados con el uso fraudulento de energía han resultado en quemaduras, mientras que el 24 % ha desembocado en fallecimientos, mayormente afectando a hombres.
José Camilo Manzur, Director Ejecutivo de Asocodis, resaltó la importancia de esta campaña al afirmar que cada vida perdida o persona lesionada representa un alto costo para la sociedad moderna y para un sector cuyo principal propósito es el bienestar y la mejora de la calidad de vida de la población.
La cifra de pérdidas económicas también es impactante: cada punto de pérdidas debido al uso fraudulento de energía tiene un costo anual cercano a los $50 mil millones para las empresas, además de los ingresos no percibidos en torno a los $120 mil millones anuales. Esta situación no solo afecta a las empresas eléctricas, sino que tiene implicaciones en la inversión, la cobertura eléctrica y la calidad del servicio, incluso repercutiendo en las tarifas de los usuarios.
“Esto compromete la viabilidad financiera de algunas empresas eléctricas, lo que reduce, y en varios casos elimina, su capacidad de inversión, restringe la ampliación de la cobertura eléctrica, afecta calidad del servicio y eficiencia de los sistemas eléctricos, e incluso, llega a afectar las tarifas de todos los usuarios”, enfatizó Manzur.
Los departamentos con mayor incidencia de estas tragedias son Atlántico, Antioquia, Bolívar, Valle y Bogotá. Las cifras también revelan que la falta de distancias de seguridad y el incumplimiento de las normativas técnicas en construcciones informales son causas comunes de estos accidentes. La manipulación de conexiones por personas no calificadas, el uso inadecuado de las redes eléctricas, como tender ropa en cables o bajar objetos como cometas, así como sobrecargas y cortocircuitos, también han sido factores determinantes en estos incidentes lamentables.
“Los números demuestran que las consecuencias de un uso fraudulento e inseguro de la energía son graves y trascendentales. Durante un periodo de seis años, entre 2016 y 2021, se han registrado 1.316 muertes relacionadas con accidentes eléctricos en Colombia, siendo el 86% de las víctimas hombres, el 8% mujeres y el 6% restante niños”, explicó este vocero gremial.
La campaña “Estar Bien Conectado” no solo busca prevenir pérdidas humanas, sino que también está orientada a concienciar sobre las pérdidas económicas y financieras que el uso fraudulento de energía genera.
“Una sola vida, un solo lesionado representa un costo demasiado alto para una sociedad moderna y para un sector como el nuestro, cuya razón de ser es proveer bienestar y mejorar la calidad de vida de las personas”, agregó José Camilo Manzur, Director Ejecutivo de esta asociación.
Desde Asocodis se destacó que la pérdida de recursos millonarios en las redes de distribución impacta no solo a las empresas eléctricas, sino a todos los colombianos, ya que afecta la viabilidad financiera de estas empresas, limita la inversión, reduce la cobertura eléctrica y puede afectar la calidad del servicio y las tarifas de los usuarios. Ante esto se instó a la ciudadanía a ser consciente de su papel en la preservación de la seguridad y el funcionamiento óptimo de la red eléctrica, contribuyendo así al bienestar general y al progreso sostenible del país.
“Queremos amplificar estos mensajes y por ello agradecemos al Ministerio de Minas y Energía y a la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios que se unen a esta campaña porque todos podemos ser agentes de cambio y lograr que se logren los objetivos de dicha iniciativa”, concluyó Manzur, al tiempo que aprovechó el lanzamiento de la campaña para proponerle al Gobierno que en la reforma a la ley de servicios públicos, se incluyan herramientas que contribuyan al uso seguro y legal de la energía.
Con esto queda claro que el uso fraudulento de energía en Colombia no solo tiene consecuencias inmediatas, como la pérdida de vidas y lesiones graves, sino que también conlleva repercusiones a largo plazo para la estabilidad económica y el bienestar de la sociedad en su conjunto. Las pérdidas millonarias en las redes de distribución afectan la viabilidad financiera de las empresas eléctricas, limitan la capacidad de inversión en infraestructura eléctrica, restringen la expansión de la cobertura y pueden comprometer la calidad del servicio.