La industria cosmética y de aseo le aportó al mercado nacional 9,45 billones de pesos el año pasado, creciendo 3,7 % con respecto a 2020. Esto ratifica la senda de recuperación del sector, explica Yeili Rangel, directora de la cámara de la industria cosmética y de aseo de la Andi.
Para la directiva gremial, la industria tiene grandes retos para seguir creciendo en el país. Y es que, actualmente, Colombia es el segundo mayor exportador de cosméticos de América Latina y el Caribe.
“En 2020 exportamos 427 millones de dólares y pasamos a 463 millones de dólares en 2021. Tenemos una gran presencia en Perú, México, Ecuador, Chile y Estados Unidos; también queremos crecer en el mercado de Centroamérica y del Caribe, en República Dominicana, por ejemplo”, dijo Rangel.
Debido al tamaño del mercado local, con casi 50 millones de consumidores, gran parte de la producción nacional es para venta interna; así mismo, algunas multinacionales se han localizado en Colombia con miras a la exportación, en especial el segmento de aseo, por los menores costos de producción.
Rangel dice: “La pandemia significó un gran reto para los canales de distribución y venta de productos cosméticos, pues las peluquerías, los centros comerciales y otros puntos físicos cerraron por mucho tiempo, y la venta directa por canales como catálogos y pequeños distribuidores también paró”.
Sin embargo, finalmente, los canales de venta se adaptaron a las necesidades de los clientes y, por ejemplo, varias marcas lanzaron campañas de catálogos digitales, tiendas en línea y distribuciones a domicilio por compras de bajo monto.
Una de las razones por las que el comportamiento de este sector no fue totalmente negativo fue la participación y el crecimiento del consumo de artículos de aseo y cuidado personal. “Con el regreso a la presencialidad, las personas retomaron gastos en cuidado personal, en artículos como perfumes. De hecho, esa categoría subió mucho y alcanza una participación del 18 % en todo el segmento de cosméticos y aseo” dijo Rangel.
La dirigente gremial habló con SEMANA en el marco del vigésimo aniversario de la feria de la salud y la belleza que se realizará esta semana en Corferias. Rangel dice que una de las ramas que está jalonando la inversión en el sector es la inclusión de ingredientes de origen natural en los cosméticos, al igual que las actualizaciones de protocolos en salud y servicio.
“Esto responde a dos necesidades de mercado muy grandes. La primera es que, por efectos de los problemas en las cadenas globales de valor, tenemos escasez de algunas materias primas para la fabricación de algunos productos, por lo que es bueno mirar a la naturaleza en busca de alternativas. Lo segundo es la demanda del consumidor, que tras la pandemia parece darle mayor importancia a la naturalidad del rostro, de los aromas y otras cosas que podemos brindar con cosmética ‘menos química’, por decirlo de alguna manera”, argumenta.
Sin embargo, la directora de esta cámara industrial dice que es un proceso lento y costoso, pues requiere de muchos ensayos y pruebas que logren demostrar la seguridad del ingrediente, las reacciones al mezclarse con otros productos, la efectividad de su acción, el costo asociado y, por supuesto, las estrategias de extracción que no pueden ser invasivas ni agresivas con el entorno natural del país.
Buena parte de la oferta en cosmética, salud y cuidado personal estará disponible en la feria de la salud y la belleza, que celebra del 5 al 9 de octubre. Entre las novedades de esta edición estará la presencia fuerte de las líneas de belleza y cuidado masculino, al igual que la categoría de uñas.
La feria reunirá a más de 260 marcas y se espera la asistencia de al menos 60.000 visitantes.