Durante 2021, el sector de vivienda ha sido uno de los años más dinámicos en la economía. En este periodo se han registrado cifras récord en ventas. Solo en agosto se vendieron 20.366 unidades en el país, lo que implica un crecimiento del 31,4 por ciento frente al mismo mes del 2020.
Según cifras del Ministerio de Vivienda, por segmentos, el de Vivienda de Interés Social (VIS) alcanzó el récord histórico para un mes de agosto con 15.452 unidades vendidas, un crecimiento de 37 por ciento frente al mismo mes de 2020. Por su parte, el segmento no VIS, con 4.914 unidades, evidenció un incremento anual de 16 por ciento, además de convertirse en el mejor agosto de los últimos cuatro años.
En los primeros ocho meses del año, más de 150.000 colombianos compraron vivienda y sin duda, el 2021 se perfila como uno de los mejores años en su operación. Sin embargo, representantes del sector de vivienda han advertido dificultades en el suministro de hierro y acero, elementos clave en la construcción, y un aumento en sus precios generando sobrecostos y pérdida de competitividad. Se ha planteado, incluso, llevar a 0 por ciento los aranceles de los países con los que Colombia no tiene tratados de libre comercio, generando un profundo debate en torno a la producción de acero y las dinámicas de los mercados.
Según Camacol, de acuerdo con el Índice de Costos de Construcción de Vivienda del Dane, el precio del grupo de insumos de hierros y aceros para la construcción de vivienda registró al mes de mayo un incremento anual de 31,3 por ciento, tasa de crecimiento que es 9 veces mayor a la registrada en el mismo mes del año anterior. Y en algunas regiones del país, como Pasto, Santa Marta y Neiva, el incremento anual de los precios de este insumo bordea el 50 por ciento. Esto, a juicio del gremio de la construcción, hará inviable el desarrollo de proyectos.
En respuesta a esta situación, los productores de acero han garantizado el abastecimiento a nivel nacional. De acuerdo con ellos la producción de acero en Colombia ha crecido un 48 por ciento en el periodo enero-agosto, año contra año y la oferta de acero disponible en el país ha aumentado en 57 por ciento.
Según el Comité Colombiano de Productores de Acero de la Andi, conformado por Acerías Paz del Río Gerdau Diaco, Grupo Siderúrgico Reyna, Sidoc y Ternium, el aumento en la producción ha permitido acompañar el récord de iniciaciones anunciado por Camacol en el último mes.
“Es evidente que debido a la rápida recuperación de la producción, el país cuenta y contará con el abastecimiento para garantizar los incrementos de la demanda del sector construcción, hecho que se soporta en la capacidad instalada de 2,6 millones de toneladas, suficientes para abastecer la demanda actual y proyectada para 2022 y 2023”, explica el gremio.
Agrega que el país cuenta con suficiente oferta de acero en todo el territorio nacional, registrando un crecimiento del 57 por ciento en comparación con el año anterior. Esto gracias al aumento del 48 por ciento en la producción y al crecimiento de las importaciones, que reflejan incrementos del 82 por ciento a julio de este año, según cifras preliminares. Adicionalmente, el país cuenta con socios comerciales estratégicos como México, Brasil y Perú, en los que existe acero disponible para que, de ser necesario, se importe libre de aranceles.
La oferta de hierro y acero producido en Colombia está dispersa en varias regiones del país, con 5 acerías y 12 plantas de laminación, e inversiones que superan los 620 millones de dólares en una industria que genera más de 45.000 empleos directos e indirectos.
La crisis económica generada por el coronavirus impactó el mercado internacional del acero y presionó un aumento en el material y en sus materias primas. Para representantes del sector de hierro y acero del país, la eliminación de los aranceles -solicitada ante el comité triple A de comercio exterior- para la importación de acero desde países con los que Colombia no tiene tratados de libre comercio, bajo el supuesto de que esto presionará una caída de los precios internos, es inconveniente para el país y una gran amenaza para la industria nacional.
En especial porque ya hay producto que viene de mercados sin arancel y si se elimina el arancel para todos los países productores, Colombia podría ser destino de una desviación de comercio de producto que hoy no tiene destino.
Según los productores, los inventarios a agosto ya muestran signos de acumulación. Hoy en materia prima se cuenta con 80 días de inventario y 47 días de producto terminado, niveles calificados por ellos como muy altos frente a los promedios que maneja este tipo de industrias.
“La industria siderúrgica está creciendo al ritmo que requiere la demanda aun con las complicaciones ocasionadas por los bloqueos y el desabastecimiento de oxígeno líquido, en los meses de abril y mayo”, explican.
Los precios del acero para concreto han crecido en el mundo desde junio del 2020, debido al incremento en el costo de las materias primas. Los precios internacionales de la chatarra y del mineral de hierro, sus insumos más importantes aumentaron, en promedio, 92 por ciento y 108 por ciento en el último año.
En Colombia, el precio de la chatarra ha crecido un 111 por ciento desde junio de 2020, mientras que el precio del producto terminado ha aumentado un 48 por ciento en este mismo período. Esto en medio de la recuperación de la economía, pero también de los impactos en despachos y producción que generaron los bloqueos y el paro que se inició a finales de abril.
El debate aún no termina y los sectores están a la espera de las definiciones del Comité Triple A de Comercio Exterior con respecto a la importación de acero desde países que no tienen acuerdos de libre comercio con Colombia.
La mayor preocupación es que orígenes como Turquía o China ya han sido sancionados en el mundo por prácticas de dumping y subsidios por lo que eliminar el arancel a la importación de acero de esos países, distorsionaría el mercado. Además, podría poner en riesgo la calidad del material y se vería amenazado el cumplimiento de normas y especificaciones técnicas de los productos terminados.