Este viernes 2 de junio, Restcafé y Frayco, propietaria de las marcas Presto y Café Oma, pidieron ante la Superintendencia de Sociedades acogerse a un proceso de reorganización empresarial.
De acuerdo con un comunicado de Restcafé y Frayco, existen compromisos y responsabilidades con diferentes proveedores, colaboradores y empresas del sector financiero, por lo que consideran que acogerse a este proceso es la opción más viable para estas empresas.
“Es un recurso legal que se adopta para proteger la continuidad del negocio y el empleo, y de esta forma seguir apostándole al país, como lo hemos hecho durante las últimas cuatro décadas”, se indicó en un comunicado emitido por Restcafé y Frayco.
Vale destacar que, en 2012, el fondo de inversión de Costa Rica, Mesoamérica, se quedó con la mayoría accionaria de las dos marcas reconocidas en Colombia: Presto y OMA.
En tal sentido, Restcafé y Frayco pertenecen al fondo de inversiones Mesoamérica.
Además, Mesoamérica es socio de Atento, una firma dedicada al BPO con más de 150.000 colaboradores en América Latina. Además, tienen participación en Alquería.
Esta poderosa compañía nació en 1996 en Costa Rica intentando emular otros fondos de inversión y hoy en día tiene negocios en Costa Rica, Chile, México y Colombia.
En 2019, Luis Javier Castro, cofundador y presidente de Mesoamérica habló en Dinero, medio de SEMANA.
“Nos dimos cuenta de que en América Latina es muy complejo implementar un modelo cortoplacista debido a entornos tan cambiantes. Empezamos a ver en qué industrias podríamos hacer una transformación exitosa y es así como en el año 1998 llegamos a la industria de las telecomunicaciones y empezamos a trabajar el concepto de poner el capital al servicio de la Región. Después nos metimos en energías renovables, es así como nos convertimos en el número uno en América Central con 400 megas eólicos. En sociedad con Actis (Reino Unido) Mesoamérica también se convirtió en número uno en México con una compañía que se llama Zuma Energía, la cual opera 800 megas”, dijo Castro en aquel entonces a Dinero.
La realidad de Café Oma y Presto en Colombia
Entre las razones que llevaron a la compañía a tomar la decisión de solicitar una reorganización empresarial, está el aumento en la inflación, el costo de los insumos, el aumento de las tasas de interés y el impacto en el consumo de los colombianos.
“Con esta decisión legal, las empresas buscan cumplir las obligaciones con sus proveedores, acreedores y arrendadores para mantenerse como aliados estratégicos de confianza y, de esta manera, continuar llevando productos de calidad y el mejor servicio a sus clientes a nivel nacional”, agregaron desde Restcafé y Frayco.
El comunicado también precisa que con la decisión buscan un futuro más sólido, por lo que se puede deducir que no se encuentran quebrados, pero sí con inconvenientes financieros que no posibilitan su operación como la venían desarrollando desde hace algunos años. El hecho de acogerse a esta ley le permite a la compañía maniobrar con sus colaboradores y proveedores, para intentar acuerdos.
Respecto al pago de los salarios de los empleados de la compañía, en el comunicado se afirmó que “los colaboradores de las empresas tendrán derechos y garantías frente al proceso y seguirán con el pago de salarios y prestaciones sociales. La normativa establece herramientas que aseguran la continuidad de las operaciones y la empleabilidad”.
Vale destacar que, según la ley 1116 de 2006, un proceso de reorganización empresarial pretende, con un acuerdo, preservar empresas viables y normalizar sus relaciones comerciales y crediticias, a través de una reestructuración operacional, administrativa de activos o pasivos.
Así mismo, este proceso les permite a las empresas cambiar abruptamente la forma en como trabajan, es decir, podían reducir la capacidad de la empresa, así como venderla como negocio en marcha para otra compañía.
No obstante, también se podría extinguir por medio de un proceso de adjudicación y abrir un procedimiento de liquidación judicial.