Según un reciente estudio de Accenture, el 65% de los consumidores a nivel global cree que las empresas deben asumir un rol activo en la resolución de problemas sociales, mientras que el 67% cree que deben trabajar en soluciones sustentables de largo plazo.
La sostenibilidad solía verse como antítesis de avance o crecimiento; sin embargo, la integración de ésta como parte de la estrategia corporativa puede generar, justamente, impulsos a la competitividad, la rentabilidad y la lealtad de los consumidores, con sus positivas consecuencias a largo plazo.
Pero mientras muchos ciudadanos abogan por reducir los impactos del cambio climático o la protección de comunidades ancestrales, los empresarios deben considerar cómo mantener el empleo, dinamizar la economía y generar prosperidad. Entonces, ¿cómo será posible unir las locomotoras del avance en los negocios y las prácticas responsables en lo social y lo ambiental?
“No es posible en un mundo hiperconectado e hipertransparente pensar que la forma de hacer negocios es la misma de antes. Ahora el reto está en integrar armónicamente las dimensiones económica, social y ambiental con un diálogo permanente con los grupos de interés”, señala Mauricio López, director ejecutivo para Colombia de la Red de Pacto Global de las Naciones Unidas, que vincula a las organizaciones comprometidas con el desarrollo sostenible en más de 130 países.
Sostenibilidad es equivalente a bienestar para las generaciones presentes y futuras, pero es justamente en lo ambicioso del marco temporal que se identifica el reto de su adopción. Nuestras sociedades no están familiarizadas con el futuro, dejándole la tarea a visionarios o adivinos; sin embargo, la crisis actual nos adelantó esos escenarios que parecían improbables y llegaron para golpear los cimientos de la vida como la conocíamos.
Una de las compañías que recientemente ha dado un impulso a su modelo de sostenibilidad es Accenture, que además de generar estudios de consultoría para la toma de decisiones, puede servir de referencia para entender cómo integrar la sostenibilidad a la estrategia de negocio.
Para empezar, el propósito de la compañía se traduce en acompañar a las organizaciones a construir su futuro y esto implica entender las tendencias, los intereses de los consumidores y las expectativas de los mercados, permitiéndoles proyectar alineaciones en los ámbitos económico, social y ambiental.
“En el caso de Accenture, damos gran relevancia a la sustentabilidad y por eso acabamos de establecer objetivos líderes en la industria en reducción de emisiones, gestión de residuos y uso eficiente del agua”, señala Carlos Castañeda, líder de Open Innovation iniciative de Accenture.
La organización tiene como meta global alcanzar emisiones netas cero para el 2025, abasteciendo las oficinas con energía 100% renovable e invirtiendo en soluciones propias de eliminación de carbono, como la plantación de árboles a gran escala, que eliminarán directamente las emisiones de la atmósfera. Adicionalmente, ha diseñado un programa de reutilización y reciclaje del 100% de los desechos electrónicos, como computadoras y servidores, así como todo el mobiliario de oficina.
Por el lado social también ha desarrollado un plan de apoyo a los países, empezando con donaciones recientes por US$ 25 millones, otorgados en India y Brasil para ayudarlos a enfrentar la pandemia, debido al alto impacto que ha tenido para sus comunidades.
En su experiencia, el líder de Accenture Colombia identifica varios puntos clave para trazar el camino de las compañías hacia el futuro en equilibrio con el planeta:
· Iniciar el cambio a través de una estrategia de sostenibilidad que se actualice de acuerdo con el avance de metas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, utilizando datos en tiempo real que permitan impulsar la toma de decisiones sobre el aporte de la estrategia de negocio frente al logro de los mismos, transformando los modelos operativos y permitiendo una toma de decisiones sostenible.
· Incorporar los principios de diversidad, equidad e inclusión en toda la cadena de valor, enfocando esfuerzos en el cierre de la brecha digital y preparando a las personas para contar con habilidades que les permitan trabajar y ser competitivas en entornos cada vez más digitalizados.
· Alinear las metas de las compañías con el freno al cambio climático, a través de estrategias de descarbonización que harán posible no sobrepasar el límite de 1.5°C de aumento en la temperatura del planeta. Para ello, la inversión en tecnología e innovación para impulsar la recuperación económica y el impacto social serán definitivas.
Como lo señala el Director Ejecutivo de Pacto Global Colombia, “el individuo ya no es solo individuo; es un ser social, ambiental y económico. Pero debe tener salud para poderlo ser y tiene que estar en un hábitat que le permita vivir. Así de fácil y así de difícil”, tal como lo es el desafío para las organizaciones que desde ya están viendo en la sostenibilidad un enfoque de oportunidad para replantear sus operaciones y generar conexiones sólidas con sus grupos de interés, a la vez que protegen el entorno.