Uno de los sectores económicos que está más rezagado en materia de tecnología es el agrícola, el cual no solo es vital para la seguridad alimentaria del país, sino que sigue siendo el sustento de miles de familias. Si bien las empresas que producen insumos para las cosechas como semillas, insecticidas o fertilizantes generalmente han trabajado distintas campañas con los productores para promover sus productos, con la pandemia se vieron en la obligación de replantear su estrategia para poder llegar a más personas, pero aprovechando la virtualidad.
Una de esas empresas es la multinacional suiza Syngenta, la cual durante la crisis sanitaria desarrolló una página web para dar capacitación a los agricultores en cuatro áreas: la primera es el buen uso y manejo de tecnología; la segunda biodiversidad en la finca, en términos de la fauna y flora que tienen a su alrededor, con temas claves como los polinizadores; la tercera es salud del suelo, con el fin de poderle sacar su máximo potencial y la cuarta se refiere a certificadoras y estándares, que cada vez son más necesarios para los productores agrícolas.
Montserrat Benítez, líder de sostenibilidad de Syngenta para América Latina, explica que esta plataforma educativa es de acceso libre y cualquier interesado puede tomar los cursos haciendo un registro sencillo. Su idea no es promocionar la tecnología de Syngenta, sino que tienen expertos en las diferentes áreas para que los agricultores puedan capacitarse a su ritmo. Si bien funciona para varios cultivos, tienen especial énfasis en azúcar y palma.
El portal se denomina Proagricultor y una de sus metas es ayudar en la tecnificación del campo, con un enfoque de agricultura sostenible. “Lo que tratamos de hacer en este sitio web es unificar la información que ya está en internet y condensarla en clases de 30 minutos, que incluyen juegos, pódcast, videos y actividades interactivas”, explica Benítez.
Esta herramienta la lanzaron para más de 25 países de América Latina, pero Syngenta tiene un enfoque especial en Colombia, donde lleva más de siete años con su programa de educación Good Growth. Este era presencial y con él han capacitado a más de 2 millones de productores, pero su meta ahora con Proagricultor es superar ese número en un tiempo más corto. Para eso, planean lanzar cada trimestre un nuevo curso, con el objetivo de mantener actualizados a sus estudiantes.
“Buscamos contenidos que sean relevantes para cualquier agricultor y la ventaja es que a la plataforma se puede acceder desde cualquier dispositivo con conexión a internet. Además, trabajamos para que se requieran velocidades mínimas de conexión, pues sabemos las dificultades de comunicaciones que tienen las zonas rurales. Además, los cursos no son progresivos. Cada estudiante puede decidir qué tema le interesa y comenzar por ahí. Al final, obtienen certificados que les pueden servir para respaldar las prácticas de sostenibilidad de sus cultivos”, explica la ejecutiva de Syngenta, quien está basada en México.
Región con más pequeños productores
Otra característica de esta plataforma gratuita es que les sirve tanto a los productores de subsistencia, como a los más grandes, dado que todos necesitan consejos sobre cómo cuidar el suelo o los ecosistemas alrededor del cultivo. “América Latina es una de las regiones del mundo con más pequeños productores, que es un grupo genuinamente interesado por las prácticas sostenibles y que quiere capacitarse. Nuestro trabajo consiste en buscar la mejor forma de comunicarse con ellos”, reitera Benítez.
Syngenta es uno de los grupos empresariales de agroquímica más grande del mundo. En Colombia, el año pasado facturó 566.897 millones de pesos, 41,4 por ciento más que en 2020. No obstante, ha venido aumentando su participación en agricultura orgánica ante el cambio climático y las presiones actuales que enfrentan los agricultores, que deben ser más productivos, pero cuidando el medioambiente.
Mientras la economía nacional sigue mostrando buenos resultados promedio, con crecimiento de 8,5 % en el primer trimestre de este año, solo dos sectores registraron una contracción en los primeros tres meses de 2022 y uno de ellos es el de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, que contrajo 2,5 por ciento anual. Se espera que, en el segundo trimestre del año, los resultados hayan sido más positivos y que este sector esté de nuevo en terreno positivo.