Durante los últimos dos años, se han asentado más de 30 nuevas operaciones de firmas de externalización de procesos de negocios (BPO) y contact center en el país, según ProColombia. Vienen de Estados Unidos, Canadá, Guatemala, Francia, Costa Rica, Argentina, Reino Unido, Alemania y España, y echaron raíces, principalmente, en Bogotá, Cali, Barranquilla, Medellín y Cartagena; pero el interés por las ciudades intermedias ha comenzado y ya se ven los resultados.

Un ejemplo: para agosto de 2020, en Manizales operaban alrededor de 35 contact centers, que generaban cerca 10.192 empleos, según datos de la Alcaldía.

De acuerdo con ProColombia, el crecimiento de este sector en las ciudades intermedias va de la mano con mejores resultados en materia de empleo, mayor desarrollo social, mejor calidad de vida e índices más favorables de consumo. Por eso, las regiones con potencial de desarrollo definen estrategias a fin de ser más atractivas para los inversionistas.

¿Qué se está haciendo? El común denominador de las acciones emprendidas es la articulación de diferentes actores. No se trata solo de iniciativas individuales de empresas colombianas o extranjeras que quieren asentarse allí, sino que son el resultado de proyectos planeados en los que participan universidades, inversionistas y entidades públicas.

Bucaramanga es prueba de ello. En esta ciudad, la empresa privada, el Sena y el Gobierno local diseñaron en conjunto programas para que los jóvenes de sectores vulnerables aprendan o mejoren su inglés, un requisito indispensable en esta actividad.

Astrid Granados, directora de Invest in Santander, asegura que todos los sectores trabajan para posicionar a Bucaramanga y al departamento como un gran hub de servicios. “Queremos contribuir a la reactivación económica, seguir mostrando a Santander como el mejor destino de inversión para las empresas extranjeras, además de desarrollar las habilidades de las personas”, dice.

En Ibagué sucede algo similar. No obstante, en esta ciudad los resultados son más concretos. Allí, la Gobernación, la Alcaldía, la empresa privada y la Universidad del Tolima se unieron para estructurar un proyecto con el que se crearán entre 1.000 y 2.000 empleos. El reto es contar con el talento humano idóneo, y para ello la Universidad es la encargada de la selección y preparación del personal.

En Neiva, por su parte, se establecieron una serie de disposiciones que buscan convertir a la ciudad en un imán para los inversionistas de la industria BPO. Gorky Muñoz Calderón, alcalde de la capital huilense, explica que, entre las medidas, se destacan la modificación del Estatuto Tributario, con lo cual se elimina en su totalidad el impuesto de industria y comercio durante diez años para las empresas que establezcan más de 100 empleos directos; el beneficio de arriendo gratuito para la ocupación de inmuebles del municipio en espacios de hasta 1.200 metros cuadrados, y el acompañamiento en el proceso de instalación, permisos y puesta en marcha de los proyectos.

“Nos propusimos convertir a Neiva en un lugar atractivo para la inversión internacional”, afirma Muñoz. Las estrategias también están dirigidas a proporcionar una oferta de talento humano calificado, y para ello la alianza es con el Sena.