Luego dos años de no realizarse la feria de Cafés de Colombia Expo, una de los más grandes encuentros de los amantes del cafés en América Latina, arrancó este año la versión 2022 con un tributo a las mujeres cafeteras del país.
La ceremonia inaugural tuvo lugar en el auditorio principal de Corferias, con un homenaje a las “Heroínas de la caficultura”, evento que destacó el gran aporte femenino a la caficultura del país, para lo cual tres dignas representantes, en las categorías de calidad, sostenibilidad ambiental y liderazgo, recibieron un reconocimiento. La directora ejecutiva de la Organización Internacional del Café (OIC), Vanusia Nogueira, recibió también el reconocimiento en la categoría de liderazgo internacional.
Cada reconocimiento, que consistió en una placa simbólica hecha con borra de café, estuvo precedido de una historia de vida en video. “Siempre mi primer saludo es para las mujeres caficultoras”, saludó Roberto Vélez Vallejo, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC).
Historias de mujeres cafeteras en el país
Haciendo frente a la adversidad, incluso viviendo en las calles y reciclando, desde los 12 años ante la pérdida de sus padres y luego de su abuela, Rosaura Zapata, de Jambaló, Cauca, es una caficultora que desde joven se ha destacado por su resiliencia, liderazgo y trabajo comunitario: “La sonrisa no lo arruga a uno”.
Hoy en día tiene dos hijos que ha sacado adelante ella sola, y en su resguardo y su municipio se ha movido para llevar bienestar a sus habitantes, lo que incluye un programa de ayuda para niños bajos de peso y un centro de acopio de café.
Por su parte, Mildred Niebles, del municipio de Santa Marta, Magdalena, es una catadora Q Grader quien se destaca por la muy alta calidad con la cual ha sabido imprimir tanto al grano que produce en su finca como al de otras comunidades que ella evalúa para certificar.
“Hay que trabajar y seguir trabajando por la calidad, porque eso es lo que nos trae aquí. Para mí el café lo es todo, es mi pasión, mi sueño, mi amor”, afirmó. Y Mildred tiene más claro que nadie lo que diferencia al café de la Sierra Nevada de Santa Marta. “Es producido con los pies en el mar y el corazón en la Sierra”, dijo poéticamente de un café caracterizado por su baja acidez, muy buen cuerpo, y que es muy demandado en mercados como Japón.
Finalmente, Magola Ramírez, caficultora de Villamaría, Caldas, es una consagrada lideresa ambiental que entre otros logros ha liderado la siembra de 15.500 árboles nativos desde 2017: “Somos mujeres empoderadas, comprometidas con lo que hacemos, no nos queda grande nada. Heroínas somos todas”.
Además de seguir buenas prácticas de producción para cuidar el entorno, ha hecho un gran trabajo en reforestación. “Conservar un árbol es conservar la vida”, dijo.
La brasileña Nogueira, directora ejecutiva de la OIC, también proviene de familia cafetera, que igualmente debió sobreponerse a la adversidad, y tiene claro que sobre sus hombros ahora está también el futuro de los 25 millones de hombres y mujeres que se dedican al cultivo del café en el mundo.
“No me considero una heroína. Soy una beneficiada de todo esto”, expresó. En distintas épocas en Colombia ha tenido oportunidad de familiarizarse con su caficultura. Y en su gestión hoy desde Londres al frente de la OIC, reconoce que su principal motivación es trabajar por las familias cafeteras de todo el mundo: “Es saber que podemos tener una vida mejor, próspera, con dignidad en nuestras vidas”.
La feria volvió para reunir en un solo lugar a toda la cadena de valor del café, lo que incluye no sólo la gran diversidad de cafés únicos y excepcionales que produce el país, sino un amplio abanico de bienes y servicios para la industria.
En representación de las más de 540.000 familias productoras en Colombia, la feria es organizada por la FNC y Corferias para exponer lo mejor de una industria que se renueva y adapta a las nuevas realidades, así como dar a conocer tendencias e innovaciones a escala nacional e internacional.