Mientras el almacenamiento de un solo correo electrónico que se queda en la bandeja de entrada durante un año puede generar una huella ambiental equivalente a 10 gramos de CO2 (que corresponden a los mismos generados por una bolsa plástica de un solo uso), las apuestas por la nube pública buscan reducir casi 60 millones de toneladas de este contaminante en todo el mundo, lo que equivale a retirar 22 millones de vehículos de circulación.
Desde hace más de cuatro décadas las Naciones Unidas definieron la sostenibilidad como un enfoque de desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Con la firma de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la adopción de los modelos ESG en el mundo corporativo, las compañías están no solo atentas a hacer lo correcto, sino también a entender cómo esta perspectiva puede traer amplios beneficios para los stakeholders, incluyendo lo positivo en términos ambientales, sociales y de gobernanza, así como también una rentabilidad 2,6 veces mayor para los accionistas.
Las organizaciones reconocen esta oportunidad y, según cifras de Accenture, 59% de los directores ejecutivos a nivel mundial afirma que está desplegando energía renovable y baja en carbono en sus operaciones actuales, mientras dos tercios consideran que tecnologías como la nube son factores críticos para acelerar el cambio y hacer realidad sus compromisos.
Pero, ¿cómo las soluciones cloud podrían lograr tal impacto positivo para el ambiente? Lo primero es entender que solo con el tránsito entre la gestión de centros de datos propios a tercerizados, se logra reducir las emisiones de carbono en más de un 84% en comparación con la infraestructura convencional.
Lo siguiente es saber que estar en la nube permite conectar arquitecturas, esto es, optimizar al máximo los recursos disponibles y, si se diseñan las aplicaciones específicamente para correr basadas en cloud, las reducciones en carbono pueden ser hasta del 98%.
Javier Palacios, líder de Ingeniería y Arquitectura Cloud de Accenture Colombia señala que “la nube gestiona un sistema de algoritmos propios, basándose en una serie de datos específicos de cada empresa, que le permiten a la herramienta entregar posibles soluciones que ayuden a mejorar su impacto en temas de sostenibilidad. Al dar uso a este tipo de nuevas tecnologías las compañías pueden tener una línea base con información sobre el consumo de energía que generan, sus emisiones de carbono, fuentes de energía, etc., de esta manera cuantificar los datos para generar una transición a energías limpias y hacia sus objetivos de sostenibilidad.”
Mientras el 78% de las organizaciones a nivel global se pregunta cuál es el impacto financiero de sus decisiones en términos de lo ambiental, lo social y la gobernanza; un 59% ya ha proyectado sus visiones corporativas desde este enfoque. Ahora el tiempo es para que los líderes de tecnología se alineen con el futuro de los negocios y los intereses del consumidor.
“Las empresas tienen hoy una gran oportunidad en cloud para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad. Para esto deberán crear las capacidades necesarias y aprovechar las herramientas innovadoras de tecnologías de la información ecológicas para medir, optimizar y notificar mejor su uso de la energía y las emisiones de carbono”, concluye Palacios.