Desde que el presidente Vladimir Putin dio la orden a sus tropas de invadir territorio ucraniano el pasado 24 de febrero, también comenzó la salida masiva de empresas internacionales de Rusia como forma de rechazo ante el inicio de esta guerra.
Esta vez fue el número uno del juguete en el mundo, el grupo danés Lego, el que anunció este martes el cese definitivo de sus ventas en Rusia, afectando a las 81 tiendas operadas por su socio y distribuidor ruso Inventive Retail Group.
El fabricante de los famosos ladrillos de plástico, que ya había suspendido sus entregas al país en marzo, “decidió cesar indefinidamente sus actividades comerciales en Rusia” y “poner fin a su asociación” con el distribuidor ruso Inventive Retail Group, “que poseía y explotaba 81 tiendas en nombre de la marca”, declaró una portavoz a la AFP.
El director general de la división rusa de Lego, Evguéni Chijachiov, confirmó al portal Inc. que la salida definitiva de Rusia se debe a “la significativa vulneración del entorno operativo que está teniendo lugar” a raíz de la guerra. Además, aseguró que la división de Moscú de la empresa despidió a 70 de sus empleados y les proporcionó una indemnización.
El gigante de los juguetes había anunciado el pasado tres de marzo que no volvería a hacer nuevas entregas para el mercado ruso debido a la invasión militar de Rusia a Ucrania, que ya completa casi cinco meses.
Según Spark-Interfax, en el 2021 los ingresos de la división rusa de Lego ascendieron a 19.000 millones de rublos, mientras que el beneficio neto fue de 1.800 millones de rublos. Según el último indicador, la empresa mostró un incremento del 63 % interanual.
Es así como Lego se suma a la larga lista de empresas que han abandonado el territorio ruso tras el inicio de la guerra y en la que también aparecen McDonald’s, Heineken, MasterCard, Puma, Deloitte, PepsiCo, KFC, Amazon, Nestlé, Adidas, Disney, Nike y Warner Bros, entre muchas más.
Unión Europea aprobó un préstamo por 1.000 millones de euros para Ucrania
Los ministros de finanzas de la Unión Europea adoptaron este martes 12 de julio un paquete de ayuda macrofinanciera a Ucrania por 1.000 millones de euros (igual monto en dólares), y de esa manera eleva a 2.200 millones de euros el total de la asistencia a ese país, tras la invasión de Rusia desde el pasado 24 de febrero.
Estos fondos tendrán la forma de un préstamo a largo plazo en condiciones favorables para respaldar la estabilidad y resiliencia macroeconómica del país pese a la invasión rusa.
Para ello, la Comisión tomará prestados fondos en los mercados internacionales de capital y transferirá los ingresos en las mismas condiciones a Ucrania. Este préstamo a Ucrania estará respaldado en 70 % del valor por importes reservados con cargo al presupuesto de la Unión Europea.
El paquete adoptado este martes permitirá a Ucrania cubrir sus “necesidades urgentes y garantizar el funcionamiento de la infraestructura crítica”, señaló en un comunicado Zbyněk Stanj, ministro de Finanzas de la República Checa, país que ejerce la presidencia rotativa del Consejo Europeo.
En mayo, el ministro ucraniano de Finanzas, Serguei Marchenko, afirmó que el país precisa de unos 5.000 millones de dólares al mes para mantener su economía funcionando.
Los 1.000 millones de euros liberados por la Unión Europea este martes corresponden a la cantidad propuesta por la Comisión Europea el pasado primero de julio.
Así, se trata de una iniciativa por valor máximo de 9.000 millones de euros que propuso la Comisión en mayo, aunque los estados de la Unión Europea no se ponen de acuerdo sobre cómo financiar ese enorme paquete, lo que retrasa su implementación.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Ucrania necesita unos 37.300 millones de euros para satisfacer sus necesidades de financiación para este 2022.
*Con información de la Agencia AFP