En total incertidumbre se encuentran más de 18.000 pasajeros de Viva Air por la suspensión de operaciones que anunció la aerolínea de bajo costo, a raíz de las afectaciones económicas que ha venido acumulando como consecuencia de la no respuesta por parte de la Aeronáutica Civil frente a la integración con Avianca.
Desde este 28 de febrero, la empresa no estará operando, es decir, que los aviones con los que venía brindando el servicio estarán en tierra sin que, hasta el momento, se tenga claridad hasta cuándo durará esta suspensión, debido a que no cuentan con las garantías para seguir operando. La esperanza estaba puesta en que se lograra una respuesta favorable por parte de la autoridad aeronáutica, pero tras siete meses de espera no llegó.
Mediante un comunicado emitido en las últimas horas, Viva Air afirma que, tras el reconocimiento de otras empresas del transporte aéreo como terceros interesados en el proceso –lo que genera mayor dilación frente a la autorización o no de la solicitud presentada conjuntamente con Avianca–, se vio obligada a suspender “sus operaciones con efecto inmediato”
“Mientras las operaciones estén suspendidas, Viva continuará con las negociaciones con los acreedores bajo los procedimientos del Decreto 560 PRE, y trabajará para preservar su capacidad de reiniciar las operaciones en una fecha futura, suponiendo que la Aeronáutica Civil apruebe de inmediato la alianza pendiente”, se lee en el comunicado emitido por la empresa.
Con esta decisión de Viva Air no solo queda en entredicho el futuro del servicio aéreo de bajo costo en Colombia, sino que también se pone en peligro los empleos de más de 5.000 personas, que directa e indirectamente derivaban su sustento diario de la aerolínea y que habían advertido de esta posibilidad, la cual ahora se ha convertido en realidad.
“Luego de más de siete meses de demoras por parte de la entidad, Viva ha presentado numerosas evidencias al Gobierno colombiano para demostrar que se encuentra en una situación financiera crítica, asegurando que la única forma en que puede continuar volando es que la Aeronáutica Civil permita que esta haga parte de un grupo de aerolíneas más fuerte y bien capitalizado”, indicó.
Desde agosto del año pasado, Viva Air y Avianca presentaron la solicitud de integración ante la Aerocivil, la cual fue rechazada tres meses después por parte de la autoridad. Sin embargo, tras un recurso de apelación, se anuló la decisión de primera instancia a comienzos de 2023, lo que dio esperanza frente a la aprobación de la integración, pero las recientes decisiones han puesto en aprietos a la empresa y han llevado a tomar medidas drásticas que impactan a sus usuarios en todo el país.
“Se ha informado al Gobierno, en varias ocasiones, que permitir que Viva se convierta en la filial de bajo costo de un grupo de aerolíneas más grande y más fuerte, permitirá a la aerolínea seguir ofreciendo a los viajeros colombianos acceso a precios bajos, servicio eficiente y, por supuesto, continuar con su promesa de conectar a las ciudades más remotas con cualquier parte del mundo”, recalca.
Esta decisión de la aerolínea de bajo costo, que venía operando desde hace 10 años en el mercado nacional, se venía advirtiendo en los últimos días, en parte cuando se conoció que cinco aviones de los 21 que conforman su flota no iban a operar, situación que afectaba principalmente a Bogotá y Medellín. Esto derivó en demoras en vuelos programados, donde la situación tocó fondo este lunes 27 de febrero.
Cientos de pasajeros manifestaron que en muchas de las rutas que estaban habilitadas se estaban presentando traumatismos e incluso cancelaciones, sin que al respecto se tuviese una respuesta por parte de Viva Air, que mediante sus redes sociales solo se limitó a ofrecer disculpas por las afectaciones que se habían presentado en el transcurso del día.
“Lamentablemente, estamos en este punto debido a los repetidos retrasos de la Aeronáutica Civil y su incapacidad para reconocer que lo que es mejor para Viva, también es lo mejor para todos los colombianos”, puntualizó.