Finalmente, la economía del país empieza a dar señales de contracción y -al parecer- el poder adquisitivo de la gente en las calles se está reduciendo; todo esto como resultado de la política monetaria del Banco de la República con la que se busca frenar la inflación a como dé lugar, y esto se está sintiendo en los diferentes sectores productivos, especialmente en el comercial, que no tuvo un buen comienzo de 2023.
Así se aprecia en los resultados de la Bitácora Económica para el mes de enero, realizada por la Federación Nacional de Comerciantes y dada a conocer este jueves 10 de febrero, en la que se confirma un difícil arranque de año para los comerciantes. Luego de un positivo comportamiento de dos años, el comercio registró un retroceso en enero y una situación especialmente difícil para sectores como vehículos, motos, ferreterías, materiales de construcción y alimentos, entre otros.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, para 72 % de los comerciantes del país sus ventas fueron iguales o inferiores a las registradas en enero del año anterior. Solo 28 %, especialmente de las categorías de ropa, calzado y papelerías, producto de la temporada escolar, reportaron un aumento en sus ventas.
Según Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, es necesario tomar medidas para que la desaceleración económica que se está evidenciando no se agrave, ya que de lo contrario esto se podría traducir en un incremento del desempleo y la informalidad laboral, que serían desastrosos para el país, especialmente en tiempos en los que el costo de vida y los elevados precios siguen siendo la principal preocupación de los hogares.
“La inflación, las altas tasas de interés; la desaceleración en la generación de empleo, que le ha costado al comercio cerca de 121.000 puestos de trabajo desde el pasado mes de diciembre; ya empiezan a pasar factura al sector y a los colombianos en general, que bajan inmediatamente sus niveles de consumo”, afirmó este vocero gremial.
En esa misma línea, la Federación de Comerciantes ha llamado la atención, especialmente por la situación de Nariño y sur del país, que se ha resentido fuertemente desde el pasado mes, como consecuencia del cierre de la vía Panamericana, y que ha obligado a la mayoría de empresas a recortar sus proyecciones por lo menos para el primer trimestre del año.
Los comerciantes resaltaron que “los reportes más pobres son los del comercio ubicado en el Sur del país, por causa de los problemas de abastecimiento que aún persisten. Las expectativas empresariales sufren igualmente deterioro”.
En cuanto a las expectativas empresariales también están sufriendo un deterioro. Para el 27 % de los encuestados la situación esperada de sus negocios es aceptable. Hace un año este porcentaje fue del 46 %. En contraste, el porcentaje de pesimistas pasó de 15 % en enero de 2022 a 23 % en enero del presente año.
“Se quebró una racha positiva de dos años en las ventas y esta vez no hubo frenazo sino retroceso. Esto, como reflejo de un deterioro en los niveles de consumo, resultado que se viene observando desde septiembre pasado. El actual entorno económico explica la notoria afectación en las compras: aumento de la inflación, desaceleración en la creación de empleo, aumentos pronunciados en las tasas de interés y deterioro de la confianza en los consumidores, así como descensos en la intención de compra de los hogares, como lo muestra el Índice de Confianza del Consumidor de Fedesarrollo”, se puede leer en el informe.
La Bitácora del mes de febrero trae también contenido especial sobre el Banco de La República y su proyección de crecimiento para el país; las profesiones del futuro; los problemas de la humanidad y un artículo especial sobre la Gran Renuncia, la aguda escasez de personal, que ya está alcanzado también al mercado colombiano.
“Entre las categorías con desempeño negativo en el arranque del año sobresalen el cluster de vehículos, motos, repuestos y estaciones de servicio, así como las ferreterías y materiales de construcción. También las ventas de alimentos tuvieron un mes muy flojo. En contraste, la temporada escolar le ha permitido a categorías como la ropa, el calzado y las papelerías obtener un crecimiento en ventas en términos reales”, agrega el reporte.
Por último, sostienen que el Banco de la República sorprendió al cierre del mes de enero con su nueva proyección de crecimiento de la economía colombiana para el presente año de solo 0,2 %. Se trata de una visión algo extrema y que ojalá, por el bien del país, no llegue a registrarse.
En el otro espectro del análisis figura la voz del exministro Mauricio Cárdenas, al sostener que la variación del PIB podría alcanzar el 3,5 % “si las reformas que adelanta el Gobierno no generan incertidumbre en los mercados internacionales y locales”.