La deserción laboral se ha convertido en uno de los desafíos más significativos para las empresas en la actualidad. Este fenómeno, que se refiere a la decisión de un empleado de abandonar su puesto de trabajo y dejar de formar parte de una organización, puede tener un impacto considerable en las empresas.
De acuerdo con un informe de la Federación Colombiana de Gestión Humana – Acrip, los empleados menores de 30 años son los que registran los mayores niveles de rotación en las empresas de Colombia. El informe, basado en la consulta de opiniones y registros de rotación de más de 200 empresas de diferentes tamaños y ubicaciones en el país, reveló que los empleados entre 23 y 30 años representan el 66,2 % de la rotación total en las empresas.
El estudio también destaca que los empleados de 31 a 40 años constituyen el 21 % de la rotación, seguidos por aquellos que tienen entre 18 y 22 años, representando el 5,7 %. Los empleados de 41 a 50 años representan el 5,10 %, mientras que los mayores de 50 años representan el 1,9 % del total de rotación.
En el año 2022, la rotación promedio en las empresas colombianas fue del 17,15 % con fines estratégicos, es decir, rotación deseada, mientras que la rotación no deseada fue del 14,40 %.
La rotación de personal puede generar dificultades para las organizaciones, especialmente en términos de costos y curvas de aprendizaje que afectan la productividad. Sin embargo, un porcentaje de rotación puede ser deseado y traer beneficios, siempre y cuando se realice una planificación estratégica adecuada. Por tanto, las empresas deben evaluar y monitorear constantemente el desarrollo de sus equipos de trabajo para lograr un equilibrio saludable.
Según el análisis del informe, las principales causas de rotación no deseada en las empresas son los malos ambientes laborales, el burnout, la falta de sentido y motivación, la falta de liderazgo y la carencia de oportunidades de crecimiento. Estos aspectos impulsan a los empleados a abandonar una empresa en busca de mejores condiciones laborales.
En cuanto a los niveles organizacionales, el informe revela que los cargos técnicos son los que más rotación experimentan, seguidos por el personal base, los profesionales junior, profesionales senior, gerencia media y, finalmente, los cargos de gerencia alta, que son los que menos rotan.
Además, el estudio muestra que diciembre es el mes con el mayor número de rotaciones, seguido por agosto, julio y mayo. Estos meses podrían relacionarse con periodos en los que se terminan e inician contratos de trabajo. Por otro lado, las áreas con mayor rotación son producción, comercial, administrativo, tecnología de la información y servicio al cliente.
La Federación Colombiana de Gestión Humana - Acrip resaltó que realiza este tipo de estudios con el objetivo de proporcionar a las empresas una visión general de la situación de los equipos de talento humano a nivel nacional. Con esta información, las empresas pueden establecer planes futuros de manera más precisa y estratégica.
Vale la pena destacar que la deserción laboral generalmente viene acompañada de consecuencias para las organizaciones, ya que implica costos adicionales para las empresas. Además de los gastos asociados a reclutar y capacitar a nuevos empleados para cubrir las vacantes dejadas por quienes se marchan, también hay costos relacionados con la interrupción de proyectos y tareas en curso, lo que puede afectar la eficacia y calidad del trabajo realizado.
Ante esta situación, es fundamental que las empresas adopten medidas para abordar la deserción laboral y retener a sus empleados más jóvenes. Es importante crear un ambiente laboral saludable, fomentar la motivación y el sentido de pertenencia, así como proporcionar oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional. También es esencial fortalecer el liderazgo en todos los niveles de la organización y brindar un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal.
Además, las empresas deben estar atentas a las épocas del año en las que se produce un mayor número de rotaciones y diseñar estrategias para minimizar su impacto. Es importante establecer políticas de retención de talento y promover la comunicación abierta y transparente con los empleados para identificar y abordar cualquier problema o inquietud que puedan tener.