Es bien sabido que los colombianos, en promedio, prefieren asegurar su vehículo por encima de sus vidas y no solo por un tema de precios, sino porque suelen considerar que no perciben los beneficios del dinero invertido en las pólizas que protegen sus vidas, mientras que las de los carros son más tangibles al tener la posibilidad de reclamar y ser indemnizados en casos de choques, robos o pérdidas totales.
En general, los seguros de vida tienen en Colombia una muy baja penetración, con apenas 0,9 % del PIB. No obstante, en ese ramo se destacan los llamados seguros de vida grupo, que son los que toman agrupaciones de persona, por ejemplo, en los fondos de empleados, pero principalmente, son los que contratan los establecimientos de crédito para proteger la obligación en caso de que fallezca el titular.
En tarjetas de crédito y préstamos pequeños, el costo de este seguro es imperceptible para el deudor, pero en los créditos grandes como los hipotecarios, el valor de esa póliza puede hacer mella en la suma que se paga como cuota mensual.
Cifras de Fasecolda indican que del total de ramos de seguros que se venden en el país, los de vida grupo son los segundos con más primas, solo superados por los seguros de riesgos laborales. En el acumulado enero julio de 2023, estas pólizas generaron ingresos para las aseguradoras de 3,67 billones de pesos, 12,92 % más que un año atrás. Aquí libran una competencia reñida Sura, Alfa y Bolívar, de capital colombiano, y BBVA, Pan-American Life y AXA Colpatria, de capital extranjero.
En este grupo se destaca Pan-American Life, una aseguradora estadounidense que lleva 84 años en Colombia y que recientemente realizó en el país su junta de Directores Globales, debido a los buenos resultados que han obtenido en este mercado. José S, Suquet, presidente de la Junta Directiva y CEO de Pan-American, dice que ya son la compañía número 5 del país en vida grupo y que su foco está en proteger créditos de consumo pequeños y créditos de libre inversión en caso de que sus tomadores fallezcan.
Su nicho son las originadoras de crédito que no están vinculadas al sistema financiero, ni vigiladas por la Superintendencia del Ramo, pero que hacen una importante labor de financiación. Ese es el caso de muchas libranzas, préstamos directos de comercios para comprar muebles o ropa.
Impacto de la pandemia
Suquet comenta que, como todas las aseguradoras de vida, se vieron afectados por la mortalidad derivada de la covid-19. En conjunto, en los 23 países en donde operan pagaron siniestros por esta causa por 250 millones de dólares. En Colombia, las cifras de Fasecolda indican que la siniestralidad de vida grupo estuvo alrededor del 60 % en todo el país durante la pandemia y este impacto se sintió especialmente en 2021. En total, acá pagaron más de 14 mil siniestros covid durante 2020 y 2021. “El tema es que en el segmento de deudores tú te enteras del fallecimiento varios meses después, porque la gente se empieza a colgar en la deuda”, explica Diana Vargas, gerente General Pan-American Life de Colombia.
Los directivos de esta aseguradora afirman que en 2022 y 2023 se ha mejorado la siniestralidad y ya están a niveles de prepandemia. “La ola de muertes claramente disminuyó. Ahora tenemos otro tipo de temas relacionados un poco más con la accidentalidad vial, al alza por estos días, así como temas de delincuencia en general”, añade Vargas.
La pandemia generó también un factor de incremento en los precios de las pólizas, que subieron en 2022, pero que posteriormente han venido retornando a los valores previos a la crisis sanitaria.
La reforma, una oportunidad
Aunque Pan-American Life tiene hoy un portafolio pequeño de salud en el país, sus directivos creen que con la reforma al sector se les abre una oportunidad de crecimiento, si la propuesta pasa como está y el servicio empieza a ser deficiente. “Creo que ahí, todos en el mercado asegurador estamos preparados para prestar ese tipo de servicios. En nuestro caso, la operación más grande de salud es en Centroamérica, donde precisamente los sistemas de salud no están tan fortalecidos. Así que el seguro allí cobra muchísima importancia”, comenta Suquet.
Con respecto a cómo está la demanda por seguros de vida en el país, especialmente tras la pandemia, el CEO de Pan-American dice que ellos insisten en ofrecer protección en medio de la incertidumbre y aunque tras la covid la gente tiene más conciencia de este tipo de coberturas, la toma de la decisión de compra es bastante compleja. “Ese es un seguro que la gente no viene a buscar. Hay que ir a ofrecérselo, a educar y a crear la necesidad para que la gente realmente lo consiga”, precisa.
Con 100 empleados locales y primas a julio de este año por 226.780 millones de pesos (lo que implica un crecimiento anual de 3,42 %), la operación colombiana de Pan-American Life ya es tercera o cuarta en importancia, por volumen, para esta multinacional.