Con un ejército de 60.000 conductores disponibles para entregar domicilios en Colombia y México, Mensajeros Urbanos es una de las compañías de logística de mayor crecimiento en el país, en medio de un mercado cada vez más competido, pero al que ellos se aproximaron de manera diferente.
Mientras otras compañías de domicilio ofrecen sus servicios a los consumidores finales, que entran a sus plataformas y hacen los pedidos que requieren, en Mensajeros Urbanos la apuesta ha consistido en aliarse con restaurantes, farmacias, bancos y comercios para ser ellos quienes atiendan a sus clientes finales. Por ese motivo en las calles no se ve tanto el azul que caracteriza a Mensajeros Urbanos, pues ellos van en representación de otra empresa.
Santiago Pineda, CEO de Mensajeros Urbanos, explica que si bien hay 60.000 conductores disponibles (que se movilizan en bicicletas, motos y carros), son 17.000 en promedio los que finalmente toman los servicios. Miden los disponibles, que son los registrados en la aplicación, que ya han pasado las validaciones de seguridad y, por ende, están listos para tomar pedidos, porque los 17.000 que, en efecto, hacen entregas no siempre son los mismos, sino que van variando dentro del grupo de disponibles.
Quizás una de las razones para que no siempre sean los mismos conductores radica en la exigencia de cotizar a la seguridad social cuando sus ingresos superan el salario mínimo, así que algunos trabajan sin superar ese tope y continúan con otras plataformas, pues no les exigen exclusividad. Lo que sí les ofrecen es una cobertura de riesgos profesionales mientras están prestando un servicio con Mensajeros Urbanos.
Corporativos y masivos
Algunos de los clientes corporativos con los que trabajan son Falabella, Cruz Verde, AJE Group, Éxito, Farmatodo, Burger King y Oxxo. No solo hacen entregas a consumidores finales, sino también distribución de productos de consumo masivo a las tiendas de barrio. Actualmente, 94 % de los ingresos de Mensajeros Urbanos proviene de clientes corporativos.
Pineda explica que aunque ellos no son un servicio postal, sí están habilitados por la Superintendencia de Transporte y que les interesa ampliar su portafolio de clientes para poder distribuir lo que en el argot del sector se conoce como entregas masivas (extractos bancarios, recibos de servicios públicos, etc.), aprovechando la capilaridad que tiene su red para llegar rápido en las 19 ciudades en donde ya tienen presencia en el país.
Así mismo, están replicando su experiencia en México, país al que llegaron en 2019 y donde les tocó desarrollar su operación en plena pandemia. En ese mercado ya tienen presencia en cinco ciudades y allí generan 20 % de sus ingresos.
Mensajeros Urbanos nació en 2013 y en 2015 recibió su primera ronda de inversión. Actualmente ya completan tres rondas y seguramente a mediados de este año realicen una cuarta, con lo cual adquieren capital para ser más agresivos con su expansión y para seguir haciendo desarrollos tecnológicos, los cuales son el centro de su negocio y son los que les han permitido pasar de los 6.000 envíos mensuales que hacían en su primer año a los 1,3 millones de entregas que hacen hoy.
Su meta para 2022 es llegar a seis ciudades nuevas en Colombia (entre ellas Villavicencio, Cúcuta, Pasto y Montería), así como seguirse consolidando en México. Posteriormente les interesa entrar a Chile y Brasil.
Paralelamente, otra de las aspiraciones de Mensajeros Urbanos es lograr que más conductores logren el salario mensual de 2 a 2,5 millones que devengan los más dedicados y que además están dispuestos a hacer sus cotizaciones de seguridad social. “No es fácil convencerlos, pues muchos tienen sus razones para seguir en la informalidad, pero desarrollamos un programa de financiación para mejorar su medio de transporte. La idea es que puedan pasar de bicicleta a moto e incluso a un pequeño camión. De hecho, ya tenemos varios casos que han logrado ese avance”, precisa Pineda.