El mundo está mirando nuevamente a China, pero esta vez no lo hace por cuenta de la emergencia sanitaria del coronavirus, sino que está pendiente de lo que pueda ocurrir con la empresa Evergrande, que en las últimas horas ha causado estragos en los mercados financieros de todo el mundo, principalmente, los estadounidenses.
Aunque la actividad comercial del segundo mayor promotor inmobiliario de China se encuentra muy lejos de occidente, sus problemas financieros, su enorme deuda y la reestructuración que se prevé tendrá que enfrentar en los próximos meses, pusieron nerviosos a los inversionistas, que el lunes vieron como el Dow Jones caía 970 puntos en una sola jornada, su peor desempeño desde julio, aunque al final del día se recuperó levemente y perdió solo 1,8 %.
Un comportamiento similar tuvieron los índices S&P 500 y el Nasdaq, que en la primera jornada de esta semana también cayeron a su nivel más bajo desde mayo, pues retrocedieron 1,7 % y 2,2 % respectivamente, lo cual deja ver el impacto de la situación de la empresa china en los mercados americanos.
Así mismo, los bancos tuvieron una jornada bastante desfavorable en bolsa, pues Goldman Sachs y JP Morgan estuvieron todo el día en números rojos en Wall Street, lo cual llevó incluso a la Casa Blanca a pronunciarse sobre la situación, sobre la que mencionó que está monitoreando los mercados, aunque advirtió que la operación de Evergrande está casi completamente concentrada en China.
Sin embargo, la deuda de US$300.000 millones, que equivale a casi el 2 % del Producto Interno Bruto del país oriental, sale de las fronteras del gigante asiático y se esperaba que la empresa pagara intereses de varios de sus créditos bancarios este lunes, algo que no ocurrió y que pone en duda el pago de bonos por US$100 millones al final de esta semana.
Analistas de todo el mundo ya habían advertido que los millonarios préstamos a empresas chinas podrían desacomodar el mercado global en cualquier momento, por lo que ahora se teme la exposición a la que pueda estar el sistema financiero y las empresas similares a Evergrande.
Aunque esto ocurre casi 13 años después de la crisis financiera desatada por la quiebra de Lehman Brothers, los expertos consideran que son situaciones diferentes y que probablemente no generará el efecto que causó esta situación en 2008.
Por una parte, la empresa china tiene activos que pueden venderse para solucionar parte de la deuda, mientras que por el otro lado, está aplicando a una reestructuración de su deuda, lo cual podría aliviar las tensiones en el mercado y permitirle cancelar sus deudas sin generar traumatismos en el sistema financiero.
Este martes, el presidente de la compañía, Xu Jiayin, dijo a sus empleados a través de una carta que confía en que Evergrande “saldrá de su momento más oscuro”. De igual manera, indicó que la empresa cumplirá con la entrega de los proyectos inmobiliarios según lo prometido, con las responsabilidades con los compradores, con los inversionistas, los socios y las instituciones financieras.
“Creo firmemente que, con vuestro esfuerzo y trabajo, Evergrande saldrá de su momento más oscuro, reanudará la construcción a gran escala lo antes posible y logrará el objetivo fundamental de entregar los proyectos inmobiliarios tal y como se comprometió”, dijo Xu Jiayin, quien fundó la empresa a mediados de los años 90, lo cual le permitió convertirse en uno de los hombres más ricos de toda China.
Es importante mencionar que en lo corrido de este año el desempeño bursátil de la empresa no ha sido para nada alentador, ya que sus títulos han caído un 84 %, incluso, el martes perdieron otro 0,44 %.