Áreas como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son hoy protagonistas de la transformación que está viviendo el mundo. Estas disciplinas son fundamentales para el desarrollo de las nuevas herramientas que están impulsando los negocios, la educación o la salud a una escala nunca antes vista.
De manera simultánea, el mundo STEM está experimentando otra revolución, una liderada por mujeres que han encontrado en estos sectores un espacio idóneo para destacar la importancia de contar con representantes que desafíen los estereotipos y asuman roles protagónicos en esta excitante transformación que vive la humanidad. Esta revolución, que lleva años en gestación, cobra una relevancia aún mayor con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Si bien no podemos perder de vista los desafíos significativos, como la subrepresentación de las mujeres en carreras STEM, estos retos deben ser un punto de partida para garantizar espacios de formación que permitan que más mujeres se integren al mercado laboral e impulsen el desarrollo del sector. Según la UNESCO, solamente el 35 % de los estudiantes de educación superior en estas áreas son mujeres, y representan menos del 30 % de los investigadores científicos a nivel mundial. De acuerdo con Tea Trumbic, investigadora del Banco Mundial, en la actualidad solo la mitad de las mujeres participan en la fuerza laboral a escala global, en comparación con casi tres de cada cuatro hombres.
A pesar de este tipo de cifras, que nos muestran que aún queda un gran camino por recorrer, abundan los ejemplos de jóvenes profesionales que ya son un referente en sus sectores. Uno de los más sonados es el de la colombiana Diana Trujillo, quien recientemente se convirtió en directora de vuelo del Centro de Control de Misión del Centro Espacial Johnson de la NASA. Su destacada carrera, desde liderar el equipo de vuelo del Mars Perseverance Rover en la misión Mars 2020 hasta su incansable defensa de la inclusión y la diversidad en STEM, ilustra el poder transformador de las mujeres en la ciencia y la exploración espacial.
Otro caso para destacar es el de la húngara Katalin Karikó, bioquímica cuya investigación pionera ha sido fundamental en el desarrollo de las vacunas de ARN mensajero (ARNm), incluidas las vacunas contra la covid-19, lo que le valió ser galardonada con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2023. El trabajo de Karikó no solo ha transformado el campo de la medicina y la biotecnología, sino que también ha destacado el papel crucial de las mujeres en la ciencia y la investigación, con un legado que perdurará como un hito en la historia de la medicina moderna.
Allanando el camino para nuevas generaciones
Ejemplos como los de Trujillo y Karikó subrayan la importancia de promover la participación de las mujeres en las carreras STEM y de crear entornos inclusivos donde podamos desarrollarnos personal y profesionalmente. Además, sirven como recordatorio de la importancia de las acciones que los gobiernos, empresas y organizaciones deben seguir promoviendo de manera activa para apoyar y avanzar en la representación de las mujeres en estos campos.
Desde el entorno corporativo, como líderes debemos garantizar que existan políticas de inclusión y de diversidad, que la diversidad y la inclusión no se vean como simples modas, sino como cambios necesarios para generar un cambio real en nuestras culturas organizacionales.
Precisamente, una de las recomendaciones clave de la consultora McKinsey en su reporte Women in the Workplace 2023 es el empoderamiento de los gerentes para ser líderes efectivos de personas. Los líderes deben recibir capacitación y apoyo para fomentar una cultura inclusiva y equitativa en el lugar de trabajo. Al promover el liderazgo inclusivo, las empresas pueden crear entornos donde las mujeres se sientan valoradas y empoderadas para alcanzar su máximo potencial.
Así mismo, esta consultora plantea la necesidad de abordar el “peldaño roto”, que se refiere a las barreras sistémicas que impiden el avance de las mujeres en las áreas STEM. Esto puede implicar eliminar sesgos de género en el reclutamiento y la promoción, proporcionar oportunidades de desarrollo profesional equitativas y crear una cultura organizacional que valore la diversidad y la inclusión.
En suma, la puesta en marcha de acciones que se comprometan con la promoción de las mujeres en STEM permitirá que desde las empresas sigamos contribuyendo a crear un futuro más inclusivo, innovador y equitativo, un futuro apalancado por la tecnología y guiado por las mentes brillantes de mujeres y hombres que ayuden a forjar un mañana mejor para todos.