En abril de este año, la NASA le había otorgado a SpaceX, la compañía del multimillonario Elon Musk, el contrato para construir la nave destinada a transportar astronautas estadounidenses a la superficie lunar por primera vez en décadas.
Unos días después, el contrato fue suspendido de manera temporal ante los alegatos de la empresa de Jeff Bezos (Blue Origin) y Dynetics, que en su momento argumentaron que la decisión de la Agencia Espacial de EE. UU. era “anticompetitiva”, reducía significativamente la base de suministros y podía poner en peligro el regreso del país a la Luna.
Tres meses después, la Contraloría General del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés) resolvió el caso y concluyó que el contrato estuvo bien adjudicado por parte de la NASA, toda vez que las agencias tienen mayor autonomía y “mayor discreción” en sus procesos de investigación.
“Al negar las protestas, GAO primero concluyó que la NASA no violó la ley o regulación de adquisiciones cuando decidió otorgar solo un premio (contrato). El anuncio de la NASA estableció que la cantidad de premios que otorgaría la agencia estaba sujeta a la cantidad de fondos disponibles para el programa. Además, el anuncio se reservaba el derecho de otorgar múltiples premios, un solo premio o ningún premio”, argumentó la GAO en un comunicado oficial.
Entre las razones, se señala que la agencia espacial argumentó que la propuesta de SpaceX era la mejor en costo-beneficio, con menor valor y con mayor calificación. Debido a que las propuestas de Blue Origin y Dynetics eran más costosas, la agencia no tenía los fondos suficientes para pagar.
“La GAO concluyó que no era necesario que la NASA participara en discusiones, enmendara o cancelara el anuncio como resultado de la cantidad de fondos disponibles para el programa. Como resultado, GAO negó los argumentos de protesta de que la NASA actuó incorrectamente al otorgar un solo premio a SpaceX”, se precisa.
A esto se agregó: “Finalmente, GAO estuvo de acuerdo con los manifestantes en que, en un caso limitado, la NASA eximió de un requisito del anuncio para SpaceX. A pesar de este hallazgo, la decisión también concluye que los manifestantes no pudieron establecer ninguna posibilidad razonable de perjuicio competitivo derivado de esta discrepancia limitada en la evaluación”.
En un apartado, se detalla que el pronunciamiento no interfiere en los méritos de las propuestas y tampoco sobre qué oferente satisfará con más éxito las necesidades del Gobierno de EE. UU. que están reservados para las agencias contratantes, sujetos únicamente a los requisitos legales y reglamentarios.
Previo a este fallo, que era esperado por las tres empresas, el magnate Jeff Bezos mantenía la presión sobre la NASA para que revirtiera la adjudicación e, incluso, propuso un descuento total de US$ 2.000 millones para desarrollar con Blue Origin el sistema de alunizaje.
En su carta al administrador de la NASA, Bill Nelson, Bezos dijo que su oferta “salvaría el déficit de fondos” que llevó a la agencia espacial a elegir solo un contratista, en lugar de dos, que luego competirían entre sí.
El también fundador de Amazon añadió que “esta oferta no es una prórroga (de pago), sino una exención total y permanente”.
El multimillonario empresario escribió que una ventaja del módulo de aterrizaje Blue Moon, de Blue Origin, es que usa hidrógeno líquido como combustible, el cual se puede extraer del hielo lunar de acuerdo con los planes de la NASA de usar el satélite terrestre para reabastecer los cohetes dedicados a operaciones más profundas en el sistema solar.
*Con información de la AFP.