Desde la Andi se elaboró una encuesta con más de 650 empresas para conocer si estas organizaciones están interesadas en participar activamente en el proceso de vacunación, adquiriendo las dosis para inmunizar a sus empleados, familias y a sus stakeholders.
De acuerdo con la entidad, esta encuesta fue realizada a alrededor de 650 empresas del país de todos los sectores y regiones. La pregunta inicial fue si “están interesadas en implementar un plan de vacunación para sus empleados directos”, en caso de que el Gobierno nacional habilite el marco regulatorio.
En este sentido, el 93,2 % de las empresas afirman estar interesadas, mientras que solamente el 6,8 % no lo está.
Otro de los puntos que quiso conocer la medición fue sobre las edades de los trabajadores, teniendo en cuenta que los mayores de 60 tienen un mayor riesgo de complicaciones al contraer el virus. Es así como el 97,8 % de los empleados tienen entre 18 y 59 años, mientras que el 2,2 % están por encima de los 60 años.
Lo anterior corresponde a un total de 503.631 empleados, de los cuales 492.659 están entre 18 y 59 años y 10.972 son mayores de 60 años.
Para el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, “la posibilidad de apoyo por parte del sector empresarial hay que verlo como un refuerzo al trabajo que hace el gobierno, la mejor estrategia para seguir adelante es que todos apoyemos la vacunación. Es una ventaja para el país que podamos darle mayor velocidad al proceso de vacunación y que continuemos con la reactivación de manera segura”.
En este contexto, además de los empleados directos de las organizaciones, son muchos los grupos de interés con los que las empresas tienen relación. Por lo tanto, se le preguntó a los empresarios si estarían dispuestos a vacunar a familiares de sus empleados, a proveedores y a otra población de influencia.
Un 75,8 % de las empresas vacunaría a familiares, un 32 % a proveedores y un 32 % a otra población de influencia, según revelaron las respuestas.
Adicionalmente, se cuestionó a las empresas si estarían dispuestas a aportar al sistema de salud para poder vacunar, a lo que el 51,5 % respondió afirmativamente, mientras que el 48,5 % no estaría dispuesto a aportar.
Finalmente, se preguntó a las empresas si tienen identificados a los empleados que presentan las enfermedades de base (comorbilidades) definidas en el Plan Nacional de Vacunación. Estas son: enfermedades hipertensivas, diabetes, insuficiencia renal, VIH, cáncer, tuberculosis, EPOC, asma, obesidad, personas en lista de espera de trasplante de órganos vitales.
En esta dirección, un 72,2 % de las empresas sí cuenta con una base de datos que identifique a estas personas, mientras que un 27,8 % no la tiene.
De esta forma, las empresas que tienen base de datos con relación a las comorbilidades, afirman que el 7,3 % de sus empleados posee alguna de estas enfermedades de base.
Cabe mencionar que la semana pasada, el Ministerio de Salud publicó el borrador de resolución –para comentarios– que contiene las reglas para que los privados puedan adquirir las vacunas contra la covid-19 para ampliar el margen de inmunización en el país.
El documento en mención autoriza “a personas naturales y a las jurídicas de derecho privado y público, incluidas las entidades territoriales, para importar al país vacunas contra la covid-19 que tengan vigente una Autorización Sanitaria de Uso de Emergencia otorgada por el Invima”.
En el caso de los privados, el Ministerio de Salud autoriza la compra de la vacuna, mas no la comercialización de esta en el territorio colombiano. La cartera que lidera el ministro Fernando Ruiz aclara que las dosis de la vacuna contra el coronavirus que sean importadas por los privados “solo podrán ser adquiridas para su aplicación gratuita a grupos poblacionales previamente definidos y aprobados” por el Ministerio de Salud.