Los cierres de la economía y los bloqueos viales presentados en más de 50 días de paro nacional afectaron la puesta en marcha de las obras de la primera línea del metro de Bogotá, según se informó este lunes desde la administración distrital.

De acuerdo con la Empresa Metro, hace algunos días se realizaron cambios en el contrato que reglamenta las obras del proyecto de infraestructura, pactando con el concesionario Metro Línea 1 aplazar dos meses el inicio de las primeras obras.

“De acuerdo con estas modificaciones, las obras de adecuación de los terrenos del patio taller, en el sector de El Corzo, en la localidad de Bosa, cuya iniciación estaba programada para el pasado 17 de junio, comenzarán el 17 de agosto, y los trabajos de construcción del deprimido de la calle 72 con avenida Caracas, en Chapinero, iniciarán el 17 de septiembre”, expresó la entidad.

Junto a esto aclaró que las modificaciones no tendrán ninguna afectación ni retraso en el desarrollo y la entrega de las obras, razón por la que el proyecto de transporte podrá comenzar su operación en la fecha inicialmente pactada, es decir, marzo de 2028.

“La Empresa Metro de Bogotá, junto con el concesionario Metro Línea 1, ha desarrollado un plan de trabajo coordinado para que estos cambios en el contrato y en las fechas de inicio no impliquen un desplazamiento de las fechas de entrega de las obras y mucho menos en la fecha de inicio de la operación del sistema”, explicó el gerente general de la Empresa Metro de Bogotá, Leonidas Narváez.

Además, se confirmó que los motivos de base para que esta decisión se tomara tienen que ver con las medidas de confinamiento y restricción de la movilidad que se implementaron en la capital en abril de este año por cuenta de la pandemia del coronavirus. Asimismo, los bloqueos y problemas de orden público que se han registrado con motivo de las movilizaciones sociales.

“Por las restricciones ocasionadas por las jornadas del paro nacional, el concesionario no ha podido completar algunos estudios, diseños y ciertos trámites requeridos para iniciar las obras, tanto en Bosa como en Chapinero”, señaló la empresa.

Según los encargados de la obra, las mismas jornadas de protesta han impedido que se desarrollen a cabalidad los procesos de gestión socio predial, por medio de los cuales se adquieren los terrenos necesarios para la construcción del viaducto y las estaciones, y el traslado anticipado de redes, que permite despejar las interferencias relacionadas con las redes de servicios públicos a lo largo del trazado de la primer línea del metro.

El texto en el que se anuncian las decisiones también precisa que estas no encarecerán el proceso de construcción ni ocasionarán sobrecostos en las obras; “tampoco incluye variación alguna en las especificaciones técnicas de la obra y todos los diseños realizados por el concesionario deberán contar con la No Objeción, tanto de la EMB como de la interventoría, antes del comienzo de las obras”.

Los cronogramas del proyecto y el contrato firmado indican que la fase previa de obras deberá terminar en enero del año 2023, la fase de construcción culminará en septiembre de 2027 y la fase de pruebas, certificaciones y puesta en marcha, en marzo de 2028, cuando comenzará la operación comercial del metro de Bogotá, como está previsto desde el inicio del contrato.

En los últimos días, el presidente Iván Duque también anunció que su Gobierno apoyará a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, para la segunda línea del metro de la capital.

El mandatario colombiano afirmó que ese tipo de megaobras permitirá para Bogotá un desarrollo transformador y generador de fuentes de empleo en medio de los difíciles momentos por los que ha pasado la económica por la covid-19.