Los obstáculos que enfrentaron los industriales en el primer semestre de este 2023 son eventos que se les salen de las manos. Falta de demanda (la gente no tiene con qué comprar), volatilidad de la tasa de cambio (dólar alto), el costo y suministro de materias primas, la infraestructura y los gastos logísticos, sumados a la incertidumbre por las reformas del Gobierno, hacen parte de lo que anotaron en la Encuesta de Opinión Industrial de junio, que reveló la Andi este 8 de septiembre.
Los industriales que participaron en el estudio que le pone la temperatura al nivel de confianza que están teniendo para poner el acelerador en la inversión e impulsar así el sector y la economía, no dejaron de mencionar los costos financieros de operar, debido a las altas tasas de interés; al igual que la inseguridad y la necesidad de poner recursos en estrategias agresivas de comercialización, para no dejar silenciadas del todo las registradoras de los negocios.
Esa sumatoria de circunstancias se evidencia en el deterioro de los indicadores industriales, los cuales, se ubicaron en terreno negativo. Así, “junio del 2023 muestra una disminución de la producción manufacturera de -2,7 %; para las ventas totales se reducen -3,4%, y las ventas para el mercado nacional cayeron -4,5 %”. Si se comparan con las cifras del mismo periodo del año anterior, cuando estaba en furor la reactivación, luego de la pandemia, no puede faltar la preocupación. “En el año inmediatamente anterior, estas tasas eran de 18,3 %, 11,2 % y 12,3 % respectivamente”.
Se cayó la confianza
La Encuesta de Opinión Industrial pone el termómetro en el clima de negocios. Los resultados de esta versión señalan que la percepción de los empresarios sobre ese tema continúa deteriorándose.
En junio, el 59,6 % de los encuestados consideró la situación actual de su empresa como buena. Si bien la cifra es más de la mitad, representa una fuerte caída frente a lo observado en junio de 2022, dice el documento. En esa oportunidad, el indicador estaba en 78,1 %.
Para el corto, mediano y largo plazo, el porcentaje de empresas que prevé una mejor situación en el inmediato futuro es de 36,3 % de los encuestados, lo que constituye una baja, pues en el mismo mes del año anterior el porcentaje era de optimistas era de 39 %.
Menos plata para expandir producción
De cara a las propuestas de productividad que se mencionan desde el gobierno, a los industriales les preguntaron en la encuesta sobre sus expectativas de inversión. El 47,1 % de los encuestados respondió que el presupuesto de ventas se ha revisado a la baja. Así, el 38,5 % afirmó que se mantiene igual y solo el 14,4 % responden que se ha revisado al alza. La conclusión del estudio es que “el sector industrial se encuentra en una fase de decrecimiento”.
¿Y en lo que resta del año?
Los últimos meses del año son tradicionalmente optimistas para sectores como la industria y el comercio. Vienen varias temporadas en las que se reactivan las ventas, como el Día del Amor y la Amistad, Halloween y Navidad.
Al indagar sobre las perspectivas para segundo semestre 2023 la investigación halló que los industriales estiman que los principales aspectos que favorecerán el desempeño de esta rama de la economía serían: la disminución y estabilización de la tasa de cambio (35 %); la reactivación económica (21,9 %); la disminución de la inflación (16,3 %); la disminución en los precios de las materias primas (15 %); las menores tasas de interés (14,4. %), y la apertura de nuevos mercados, para mencionar solo unos cuantos.
Habrá que ver si les cambia el panorama en la recta final de 2023.