Desde el 17 de enero, fecha en la cual se dio la adjudicación de las primeras Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) por Sura y Nutresa, lo que se juntó con el anuncio de las segundas ofertas lanzadas por el Grupo Gilinski, el mercado accionario colombiano ya no es el mismo.
El impacto en las rentabilidades de las acciones es significativo y no es cosa fortuita. Esa cierta ‘anormalidad’, por llamarla de esa manera, se produjo específicamente debido a las OPA por Sura y Nutresa.
Así lo concluye el estudio del Banco de la República titulado ‘Ofertas Públicas de Adquisición y su efecto sobre las rentabilidades en el mercado accionario: el caso de Nutresa y Sura en Colombia’, con la autoría de Luis Fernando Melo, Camilo Andrés Orozco y Daniel Parra Amado.
Aunque el país tiene en la normatividad la posibilidad de lanzar OPA, al principio (en noviembre de 2021) sonó a algo novedoso para la mayoría de colombianos. El mercado estaba quieto, aletargado, sin mucho movimiento. Sin embargo, a partir de la segunda oferta de estas operaciones, según concluye el estudio de BanRepública, “se encuentra evidencia estadística de que dicho evento tuvo un efecto significativo sobre los retornos de las acciones estudiadas”.
El 10 de noviembre se conoció la intención del Grupo Gilinski, de adquirir la mayoría accionaria de Nutresa (entre 50,1 % y 62,62 %). Sorpresivamente, el 30 del mismo mes el conglomerado empresarial volvió a remover el mercado accionario, con la propuesta de OPA por y Grupo Sura (entre 25,3 % y 31,68 %).
“Para ambas empresas la adjudicación oficial se dio entre el 14 y el 17 de enero de 2022″, se recuerda en el estudio. Sin mucha tregua para digerir lo que estaba sucediendo, en esa fecha se anunció una segunda ronda de OPA sobre las acciones de las dos compañías que habían estado por años bajo la sombrilla del GEA (Grupo Empresarial Antioqueño).
Antes de las ofertas, Nutresa y Sura tenían una participación de 5,42 % y 5,69 %, respectivamente, dentro del índice MSCI Colcap de la Bolsa de Valores de Colombia (noviembre de 2021). En conjunto, con todas las empresas que hacen parte del modelo de enroque del GEA, el conglomerado tenía una participación cercana al 53 % dentro del MSCI Colcap y representaba aproximadamente 46 % de la capitalización bursátil del mercado accionario colombiano.
El caso del GEA evidenciaba que, en general, el mercado accionario colombiano se había caracterizado por un alto nivel de concentración y un bajo número de empresas participantes, lo que se traduce en una baja liquidez y bajos volúmenes de transacción, que limitan la oferta de acciones, destacan los autores de la investigación.
Primer efecto directo
Los analistas empezaron a hacer sus proyecciones, pero, en especial, casi que no hubo un solo rincón de Colombia que no hablara del tema. El sacudón al mercado había sido inminente y, como era de esperarse, el primer resultado de las OPA fue un efecto directo sobre el precio de las acciones de Nutresa y del Grupo Sura, cuya valorización fue en promedio 43 % en los dos meses posteriores, como lo anotan los investigadores en el estudio.
Efecto dominó
Pero, más allá de las acciones que fueron objeto de la oferta, los títulos restantes de las demás compañías que cotizan en el mercado bursátil, también se vieron salpicadas por la ola desatada por las OPA.
“Las restantes acciones tuvieron una valorización promedio de 8,3 %, que podría explicarse por aquellos aumentos observados en acciones de empresas del GEA diferentes a Nutresa y Sura producto de la especulación de posibles futuras OPA sobre ellas”, concluye el estudio. En las economías emergentes, los anuncios de fusiones y ofertas públicas de adquisición generan ―en promedio― muestran un retorno anormal de 5,17 % para las empresas objetivo dentro de una ventana de evento simétrica de tres días alrededor de la OPA”.
Según establecen los investigadores en su informe, la valorización de las acciones de Nutresa, Sura ordinaria y Sura preferencial ha sido 54,6 %, 28,5 %, 46,4 % comparando los precios del 10 de noviembre de 2021 respecto a los cierres al 21 de enero de 2022.
Otras circunstancias se dieron en los momentos en que las OPA salieron al escenario, principalmente las terceras, que son las que están vigentes hasta el 25 de abril. “Debe tenerse en cuenta la posible recomposición de portafolio que tendrían agentes e inversionistas como Fondos de pensiones, que al liquidar sus posiciones en las empresas relacionadas con las OPA, posteriormente podrían comprar acciones de otras empresas. Estas OPA se producen en un contexto en el cual el mercado colombiano se había moderado, producto de la salida de inversionistas extranjeros como respuesta a la rebaja de la calificación de Colombia, así como a factores nacionales e internacionales que afectaron la confianza de los inversionistas durante 2021″.
Lo cierto es que, según las conclusiones del estudio, “la presentación de las OPA se ha convertido en un evento relevante que ha agitado al mercado bursátil colombiano”. Si bien, “el primer anuncio de OPA (Nutresa) no tuvo impactos significativos en las rentabilidades anormales, por el contrario en el segundo anuncio (primera OPA por Sura) si se encontró evidencia estadística de su impacto”.
El efecto no es de largo plazo
En el estudio del BanRepública se concluye además que el efecto en ganancias, en general, es de corto plazo y el de pérdidas puede ser de largo plazo. Los compendios hechos por los autores, de análisis alrededor de este tipo de operaciones, establecen que, cerca del 25 % de dichas ofertas producen retornos anormales. Además, hay evidencia de una reacción de los precios frente a ofertas de adquisición 42 días previo a los anuncios públicos, con incremento o prima (sobre el valor original de las acciones de las compañías demandadas por el oferente) entre 13 % a 22 %”.