Miracle Restaurant Group, que tiene su sede en Luisiana, sorprendió esta semana a todos sus clientes al confirmar que decidió acogerse al Capítulo 11 de la Ley de quiebras de Estados Unidos, puesto que la situación financiera que enfrenta es compleja. Esta es la encargada de algunas franquicias de Arby’s.
De acuerdo con WKRC Local 12, la empresa señaló en los documentos judiciales que la inflación de los productos básicos y el alza en los precios son las principales razones por las que se tomó esta determinación. Asimismo, indicó que es la segunda vez que la compañía se somete a este proceso.
“La empresa pudo vender tres ubicaciones en Indiana en septiembre de 2023, y utilizó las ganancias para pagar la deuda. Sin embargo, los intentos de vender sus restaurantes en Texas e Illinois, y los dos restaurantes restantes en Indiana, no tuvieron éxito debido a la disminución de las ganancias”, indicó inicialmente Donald Moore, gerente de la compañía, citado por el informativo.
Luego, el directivo sentenció: “Los aumentos de precios no se pudieron compensar. Esto resultó en una erosión significativa del efectivo variable, obtenido de las operaciones para cubrir los costos fijos del alquiler y el servicio de la deuda”.
Moore, según agregó el medio estadounidense, puntualizó a través de varios documentos judiciales que le pidió en varias oportunidades ayuda a la oficina central de Arby’s, pero no obtuvieron las respuestas necesarias para evitar recurrir una vez más al Tribunal de Quiebras.
“Miracle contrató a Peak Franchise Capital LLC para ayudar a vender las dos ubicaciones restantes en Indiana, siete ubicaciones en Texas y ocho ubicaciones en Illinois. El franquiciado se centrará únicamente en sus operaciones en Misisipi y Luisiana en el futuro”, apuntó WKRC Local 12.
El informativo señaló finalmente que la empresa franquiciada tuvo que acogerse por primera vez al Capítulo 11 de la Ley de quiebras en el año 2010, cuando operaba más de 60 restaurantes de Arby’s.
Hay que mencionar que varias cadenas de comida no pasan por su mejor momento económico en Estados Unidos y enfrentan una compleja situación financiera, por lo cual muchas han decidido someterse a este proceso de reorganización.
Acogerse al Capítulo 11 de la Ley de quiebras en el país norteamericano les permite a las empresas continuar con sus operaciones y funcionar de manera normal, mientras se reestructuran y pagan sus respectivas deudas. Al término de este proceso, todos los acreedores deben ser pagados de acuerdo con los lineamientos acordados.