En los últimos años, el país ha crecido por el emprender; muchas personas aspiran a ser emprendedores buscando la independencia laboral y contribuir al crecimiento económico del país, pero, pese a este entusiasmo, existen desafíos importantes en este ámbito.
Según cifras de los indicadores de emprendimientos, Colombia ocupa el puesto número 28 entre las 51 naciones analizadas por Global Entrepreneurship Monitor (GEM 2022-2023). Este logro se atribuye a iniciativas públicas y privadas y a la proliferación de planes de acción en diversas regiones del país en los últimos años.
Aunque es un panorama favorable, aún existen desafíos a los que se afronta este tipo de empleo. Nada más con las cifras otorgadas de la CAF, se evidencia que el país es mayoritariamente propenso a la creación de empresas, pero con el detalle de que su capacidad considerable es mucho menor como para sobrepasar los 50 empleados.
En este contexto, el emprendimiento corporativo y el intraemprendimiento emergen como una valiosa oportunidad para las empresas que buscan fomentar la mentalidad emprendedora, generar innovaciones y crear propuestas que fortalezcan su posición en el mercado.
El emprendimiento de tipo corporativo y de intraemprendimiento se refieren a la innovación dentro de una organización establecida, pero logran diferir en el enfoque y/o su alcance. Lo primero implica crear una nueva entidad empresarial para diversificar operaciones o explorar mercados, y lo segundo se centra en fomentar la mentalidad emprendedora entre los empleados existentes, dándoles herramientas para generar ideas, identificar oportunidades y desarrollar proyectos nuevos.
“El intraemprendimiento fortalece el ecosistema emprendedor colombiano al fomentar la innovación dentro de las empresas establecidas. Esto crea oportunidades de crecimiento, retiene talento local, y reduce riesgos al aprovechar recursos existentes, contribuyendo así al desarrollo económico sostenible y a la colaboración empresarial en el país. Asimismo, las empresas pueden explorar diversas oportunidades de crecimiento y desarrollo, aprovechando el potencial de sus colaboradores para generar valor y competir de manera eficaz en el mercado. Lo que se traduce en nuevas ideas”, señala Luis Felipe Betancur, director general de Magic E Lab.
Solo el 20 % de las empresas colombianas logran innovar, mientras de estas, solo el 1 % logra hacer una innovación radical o dura. Apostar a la innovación abre nuevos caminos a las empresas en sus países de origen, y tienen niveles más altos de internacionalización, con un promedio del 20 %, en contraste con el 6 % impulsadas por otros factores y el 13 % impulsadas por la eficiencia.
Para incrementar la adopción de este enfoque, es crucial fomentar una transformación cultural hacia modelos operativos más ágiles y flexibles. Esto implica promover una mentalidad abierta al cambio y a la innovación dentro de las organizaciones.
Además, es esencial implementar instrumentos de diagnóstico para identificar las competencias y habilidades de los colaboradores. Estas herramientas facilitarán su participación en procesos de innovación e intraemprendimiento, fortaleciendo así la capacidad de la empresa para adaptarse y prosperar en entornos empresariales dinámicos.
Sin embargo, las empresas en el país se enfrentan a diversas barreras que dificultan la implementación efectiva del emprendimiento corporativo. Estas incluyen la escasez de recursos, la resistencia al cambio y la falta de una estrategia clara de innovación. Superar estos obstáculos requerirá un enfoque holístico y un compromiso firme por parte de la dirección y los empleados.