¿Habrá que cambiar el pan por la arepa para el desayuno? Esa es una alternativa que se pone sobre la mesa ante la crisis que atraviesa el sector panadero de Colombia, que ya genera escozor entre los participantes de este mercado y los consumidores.

Las campanas de una inminente alza de precios sonaban desde principios del año, cuando los representantes del gremio aducían que el aumento en los precios de los insumos, como el trigo, materia prima de este producto, eran tan solo uno de los factores que tenía en apuros a las panaderías del país.

El panorama en el segundo semestre del año no es tan diferente. Como lo advierte Arturo Castillo, concejal de Ibagué, en su cuenta oficial de Twitter, urge tomar medidas con respecto a este asunto, al tratarse de uno de los productos básicos de la canasta familiar.

“Hacemos un llamado muy especial al Congreso de la República y al Gobierno nacional para que iniciemos el debate sobre los valores y la regulación de los precios de los insumos para la elaboración del pan en Colombia”, manifestó el funcionario en un video.

Según explica, las circunstancias actuales del mercado están afectando la productividad de un sector que no solo es clave dentro de la industria alimenticia, sino de negocios que son fuente de empleo en el país.

“Desde Ibagué, tenemos la preocupación de las más de mil panaderías que existen en la ciudad y en el país”, alertó Castillo.

Orlando Jiménez, vicepresidente de la Unión Nacional de Comerciantes en el Atlántico, había alertado sobre esta situación en SEMANA a comienzos del mes de junio.

“El pan de $200 pesos ya no se consigue en las panaderías industriales. Lo que están vendiendo ahora es un pan de $500 pesos, pero le han reducido el tamaño y de pronto sacrifican parte de la utilidad. Pero la industria panificadora tiene bastantes complicaciones por este tema”, añadió Jiménez.

Hay que recordar que las afectaciones de este sector no son nuevas. Son varios los factores que están poniendo ‘contra los hornos’ a los panaderos; entre ellos, las dificultades de la cadena logística y las tensiones que persisten por la guerra entre Rusia y Ucrania.

Hay que recordar que las afectaciones de este sector no son nuevas. Son varios los factores que están poniendo ‘contra los hornos’ a los panaderos; entre ellos, las dificultades de la cadena logística y las tensiones que persisten por la guerra entre Rusia y Ucrania. | Foto: James O'Neil

¿Pero qué tendría que ver este conflicto con el pan en Colombia? La respuesta es mucho. Solamente Rusia y Ucrania son responsables de hasta 30 % de las exportaciones mundiales del trigo, materia prima para la elaboración del pan, siendo Rusia el segundo líder de este segmento, como lo indica un informe del Banco Mundial.

La problemática recae en que, al concentrar una parte importante del mercado, las restricciones que se han impuesto a las exportaciones de este y otros cereales han aumentado su precio. Para junio, detalla la entidad, ya eran 22 países los que se habían sumado a la restricción de las exportaciones.

Así lo han indicado las estadísticas del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el informe que presenta cada semana a partir de la información del Sistema de información de precios y abastecimiento del sector agropecuario. En el más reciente boletín publicado por la entidad, el 22 de julio, correspondiente a la semana del 16 al 22 de este mes, se detalla una tendencia al alza en el valor de la harina de trigo.

De acuerdo con la tabla de precios de venta de productos procesados en los mercados mayoristas, actualmente la harina de trigo se consigue en valores sobre los 3.000 pesos por kilogramo en algunos de los departamentos del país.

La harina de trigo procesada se consigue en un precio medio superior a los $3.500 en las plazas de mercado de Bogotá, Cúcuta, Florencia; y en precios cercanos a los $4.000 en Bucaramanga, Cali, Medellín y Popayán.

De ahí la preocupación de los panaderos del país por el futuro de sus negocios. La probabilidad de que el pan supere el techo de los 500 pesos sigue latente.