Ser uno de los mayores compradores de papa y plátano a nivel nacional es quizás una de las características menos evidentes de PepsiCo, la empresa más grande del sector de conservas, pasabocas y condimentos del país, con una facturación por encima del billón de pesos y un crecimiento de 29,3 % en 2021.
La apuesta de esta multinacional por el campo va más allá de la compra a los productores, pues está trabajando para promover la agricultura sustentable, así como para fortalecer e impulsar la presencia de la mujer campesina y de los pequeños agricultores. Paralelamente, en PepsiCo consideran que el consumo de los hogares es un motor importante para el negocio de alimentos y bebidas y que esa gran fuerza, especialmente en los últimos años en Colombia, ha estado detrás de los buenos resultados de la compañía.
No obstante, como muchas empresas, PepsiCo está enfrentando el desafío de una alta inflación, que el año pasado se sintió particularmente en uno de sus insumos más importantes: la papa. Su respuesta ha sido buscar eficiencias internas y establecer acuerdos con los agricultores para evitar el desabastecimiento. También han tenido que adecuar los tamaños de sus portafolios. Durante la pandemia y el paro de 2021 perfeccionaron su capacidad de reacción ante este tipo de desafíos, cuando aprendieron a buscar alternativas para continuar operando a pesar de las múltiples restricciones.
“En medio de estas situaciones sin precedentes también nos dimos cuenta de que los consumidores están cambiando. Aspectos como la salud, la transparencia, la sostenibilidad o el impacto económico compartido cada vez pesan más en las decisiones de compra. Los consumidores son más conscientes de las empresas que hay detrás de las marcas (en su caso se destaca Margarita, Natuchips, Manimoto o Doritos) y del impacto que una industria como la nuestra tiene en el entorno”, dicen desde la compañía, y por eso, no solo están enfocados en lograr un proceso de abastecimiento y producción más sostenible, sino también en ofrecer opciones de alimentos y bebidas con ingredientes más diversos, bajos en sodio y azúcares y cocinados con aceites más saludables. Una apuesta cada vez más pertinente.