El país está apurado por aumentar reservas de gas en medio de múltiples tropiezos, tanto sociales (en las comunidades), como financieros y de infraestructura para la industria extractiva. Pero todo depende de medidas internas en Colombia, pues el gas está, aun en medio de tanta necesidad de garantizar la seguridad energética en el país.
El gerente de activos exploratorios de la petrolera brasileña Petrobras, socia de Ecopetrol en proyectos exploratorios costa afuera, confirmó que el pozo más grande encontrado en el país, hoy conocido como Sirius —antes Uchuva 2— podría duplicar el potencial de reservas P1 en el país. Sin embargo, su exploración fue suspendida por demanda de tutela de la comunidad étnica de Taganga (Magdalena), fallada por un juez de esa jurisdicción. Es decir que la solución está a la mano.
Son reservas probadas
Las reservas P1 son las probadas, es decir, su obtención solo depende de que las exigencias físicas para extraerlo funcionen. Con ello, las reservas que hasta el momento solo están previstas para suministrar gas por seis años, se multiplicarían —inclusive a dos décadas— teniendo en cuenta que, de acuerdo con la confirmación hecha por Soares, la expectativa es que se tengan de ese pozo al menos 6 TPC (tera pies cúbicos) del combustible, aunque no se descarta que exista más.
El problema es el tiempo
Para Colombia, el gas es un problema de tiempo, pues el recurso está en el subsuelo. No obstante, tenerlo no es suficiente. Se requiere una infraestructura para transportarlo, regulaciones y estrategias de comercialización. Lo que constituye un reto, pues en el país se habla de una urgencia para 2026, mientras que la expectativa con el pozo estaría prevista para un tiempo más amplio: unos tres años.
El expresidente de la ACP, Francisco Lloreda, quien siempre ha sido crítico del panorama de los combustibles en Colombia, destacó que “la confirmación del importante volumen de gas natural en el proyecto costa afuera, Uchuva, de Ecopetrol y Petrobras, es una gran noticia”.
Solo que no se pueden desconocer los desafíos para hacerlos realidad. Así, Lloreda manifestó: “Esperemos que la tutela que amenaza con paralizar este proyecto sea negada en segunda instancia y que el Gobierno se convenza de las ventajas de producir el petróleo y el gas que el país necesita y tener excedentes de exportación durante décadas”.