A pesar del incremento de los contagios de coronavirus por la variante delta en todo el mundo, son muchas las compañías, sobre todo en Estados Unidos, que han decidido iniciar un plan de retorno a la presencialidad, algo con lo que varios trabajadores no están de acuerdo.
Ese es el caso de la multinacional Google, donde los trabajadores que quieran continuar con sus labores bajo la modalidad de la virtualidad se tendrían que someter a un recorte salarial, cuya medida habría sido aceptada por los empleados.
Para esto, el gigante tecnológico desarrolló hace un par de meses una calculadora que permite a los empleados ver los efectos del trabajo remoto que se generalizó durante la pandemia.
Algunos empleados remotos, especialmente aquellos con largos trayectos desde sus hogares hasta la oficina, podrían enfrentar recortes en el salario.
Según comentaron algunos empleados instalados en San Francisco, los recortes salariales llegan al 25 % si dejan la presencialidad.
Por su parte, Google explicó que sus salarios se fijan con base al lugar del país en el que cada uno trabaja, además de otros factores, como la función que cumplen o su calificación. Por esto, de acuerdo con un vocero de la empresa, los pagos “siempre han estado determinados por la ubicación”. Así, quienes más cobran son las personas que están en mercados más competitivos, como Nueva York. Así las cosas, si una persona trabaja para la sede de Nueva York, pero vive en un pequeño condado, donde el estilo de vida es más económico, pues si decide optar por el teletrabajo podría ver una reducción salarial al no tener los mismos gastos.
Al detallar cómo funciona el sistema de pagos dependiendo de la ubicación, un portavoz de la multinacional detalló: “Nuestros paquetes de compensación siempre se han determinado por ubicación, y siempre pagamos en la cima del mercado local según el lugar desde donde trabaja un empleado”.
De acuerdo con la agencia Reuters, un empleado de Google, que pidió no ser identificado, generalmente se traslada a la oficina de Seattle desde un condado cercano donde vive y si no llegara a aceptar el trabajo presencial, probablemente vería reducido su salario en aproximadamente un 10%, según estimaciones de la calculadora de la compañía.
Así las cosas, el trabajador estaba contemplando mantener el trabajo remoto, pero decidió seguir yendo a la oficina, a pesar del viaje de dos horas. “Es un recorte salarial tan alto como el que obtuve por mi ascenso más reciente. No hice todo ese trabajo duro para ser ascendido y luego aceptar un recorte salarial”, señaló.
Reuters también reveló que la calculadora de salarios de Google contempla los siguientes cambios: por ejemplo una trabajadora que vive en Stamford, Connecticut, a una hora de la ciudad de Nueva York en tren, recibiría un 15% menos si trabajara desde su casa, mientras que si alguien vive en Nueva York y decide mantener el trabajo en casa, su salario no se vería afectado.
En un principio la empresa había fijado septiembre como el límite para que los empleados regresen a sus lugares de trabajo, pero la fecha fue extendida hasta el 18 de octubre, aunque su confirmación dependerá de la evolución de la pandemia.
Otras empresas posponen el regreso
El gigante del comercio en línea Amazon decidió el jueves posponer el regreso obligatorio de sus empleados a la oficina hasta enero de 2022, siguiendo el ejemplo de grandes empresas estadounidenses que ajustan sus reglas ante la nueva ola de contagios por covid-19.
Amazon decidió que los trabajadores que debían volver a una modalidad presencial con regularidad desde el 7 de septiembre lo harán a partir del 3 de enero. La consigna aplica en Estados Unidos y otros países, pero la empresa no precisó cuáles.
“Vamos a seguir los consejos de autoridades locales y trabajar de cerca con los mejores profesionales de salud, acogiendo sus consejos y recomendaciones, para asegurarnos de que los espacios de trabajo estén adaptados de la mejor manera para la seguridad de nuestros empleados”,indicó el grupo.
Amazon está lejos de ser el único en tomar esta decisión. Microsoft también pospuso a inicios de octubre la reapertura completa de sus oficinas, dejando incluso la posibilidad a los empleados que tienen a cargo personas vulnerables, o que son padres de hijos que no pueden ser vacunados, de seguir en teletrabajo hasta enero.