La gigante tecnológica Google se unió a las demás empresas que retrasaron el regreso a las oficinas, pues el consejero delegado de la filial de Alphabet, Sundar Pichai, anunció a los colaboradores de la compañía que fue ampliada la posibilidad de mantener el teletrabajo o regresar de forma voluntaria hasta enero de 2022 debido a la incertidumbre generada por el repunte de casos de la variante delta de la covid-19.
“A partir del 10 de enero permitiremos que sean los países o regiones los que decidan cuándo poner fin al teletrabajo voluntario y bajo qué condiciones”, explicó el funcionario en un correo electrónico en el que especifica que los cambios serán comunicados con 30 días de antelación para que puedan planificarse.
En días pasados, la compañía había reprogramado su regreso a la presencialidad desde septiembre hasta octubre, pero, al igual que empresas como Apple o Amazon, decidieron ampliar este periodo de nuevo.
Así evolucionará la variante delta según la predicción de un científico experto
El director del Centro de Salud y Seguridad Alimentaria de la Universidad de Griffith en Australia, Hamish McCallum, se refirió recientemente a la manera en que evolucionarán las variantes del coronavirus en los próximos meses y qué estrategias de gestión probablemente serán las más efectivas para combatir la pandemia.
En un artículo publicado en la red internacional de medios The Conversation, el experto aseguró que la variante delta no “es el final de la historia del SARS-CoV-2, el virus que causa la covid-19″.
McCallum, experto en enfermedades infecciosas y patógenos, considera que algunas de estas mutaciones aleatorias “serán buenas para el virus y le otorgarán alguna ventaja” al punto de que podrían sobrevivir hasta la próxima generación, “a través del proceso de selección natural” e incluso llegarán a desarrollarse nuevas cepas virales mediante recombinación de virus ya existentes.
Según sus cálculos, la evolución de las variantes del virus producirán nuevas curvas epidémicas más pronunciadas, lo que generará más casos de contagios en menos tiempo. Lo anterior implicará que probablemente el virus se vuelva cada vez más transmisible de lo que se ha visto actualmente.
En ese sentido, también se puede esperar que la evolución acorte el tiempo que transcurre entre que alguien se infecta y otro infectado (un “intervalo de serie” más corto). “Ambos cambios previstos son claramente buenas noticias para el virus, pero no para su anfitrión”, advirtió el director del Centro de Salud y Seguridad Alimentaria de la Universidad de Griffith.
Esa tendencia explica por qué actualmente es probable que alguien infectado con la variante delta infecte al menos al doble de personas que una persona contagiada con la cepa original detectada inicialmente en Wuhan, China.
McCallum resaltó que aunque las vacunas contra el coronavirus disponibles actualmente fueron desarrolladas a partir del virus original, también funcionan contra la variante delta, aunque reconoce que en esos casos son menos efectivas.
“La teoría evolutiva predice esto. Las variantes virales que pueden evadir las vacunas tienen una ventaja evolutiva. Así que podemos esperar una carrera armamentista entre los desarrolladores de vacunas y el virus, con las vacunas tratando de ponerse al día con la evolución viral”, agregó el experto al considerar que serán necesarias vacunas de refuerzo regularmente.
Teniendo en cuenta que las vacunas reducen la posibilidad de transmitir el virus a otras personas, pero no bloquean totalmente la transmisión, McCallum cree que esto generará un efecto secundario negativo para aquellos que no decidan vacunarse.
“Si las vacunas no son 100 % efectivas para bloquear la transmisión, podemos esperar un cambio en la compensación hacia una mayor virulencia. En otras palabras, un efecto secundario de que el virus pueda transmitirse entre personas vacunadas es que, con el tiempo, la teoría predice que se volverá más dañino para las personas no vacunadas”, añadió el experto.
Por otra parte, aunque varios países en el mundo han avanzado rápidamente en sus respectivas campañas de vacunación, las autoridades sanitarias y expertos han manifestado que, mientras la distribución de las vacunas a nivel global sea desigual entre las naciones ricas y las pobres, el virus seguirá propagándose y surgirán nuevas mutaciones.
“La siguiente variante está a la vuelta de la esquina si no nos vacunamos todos”, aseguró recientemente Brett Giroir, exdirector de pruebas de detección de coronavirus bajo la presidencia de Donald Trump, en una entrevista con el periodista Chris Cuomo del medio norteamericano CNN.
En Estados Unidos, por ejemplo, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), principal agencia federal de salud pública del país, han asegurado que la variante delta del coronavirus ya representa el 93 % de los casos secuenciados en ese país desde las últimas dos semanas de julio.